Constructive Spirit
The Newark Museum. New York
El Newark Museum es una pequeña joya que, injustificablemente, ha sido mantenido fuera del alcance del reflector que ilumina la zona de museos de la ciudad de Nueva York. Afortunadamente para nosotros, en vísperas de su centenario, este pequeño museo finalmente está logrando captar algo de atención con Constructive Spirit: Abstract Art in South and North America (Espíritu Constructivo: Arte Abstracto en América del Sur y del Norte). Se trata de una muestra organizada por Mary Kate O’Hare, que intenta reescribir la historia de la abstracción tal como la conocemos sacando a la luz las conexiones e intercambios entre los movimientos de abstracción geométrica de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela. Compuesta por más de noventa pinturas, esculturas, grabados, fotografías, dibujos y películas, Constructive Spirit nos enseña que la abstracción es más que un mero movimiento artístico; que se trata, más bien, de un espíritu que no reconoce fronteras geográficas ni históricas. Como espectadores, no estamos obligados a comparar las obras de artistas de diferentes hemisferios, ni a determinar quién fue el primero o quién influyó sobre quién. En lugar de ello, la narrativa de la muestra guía criteriosamente al espectador y lo lleva a explorar las afinidades que comparten estos artistas sin des- cuidar las circunstancias del contexto particular que inspiró estas tendencias en la obra de cada uno de ellos.
La narrativa de Constructive Spirit se va desenredando a través de una serie de secciones temáticas. La primera de ellas, “Urban Landscapes,” (Paisajes urbanos), que presenta a Joaquín Torres García y Stuart Davies, entre otros artistas, busca definir a la metrópolis como una inspiración para el surgimiento de los estilos constructivistas de principios del siglo XX. El poner la obra de Torres García New York Street Scene formando pareja con la de Davies, Egg Beater No. 2 es una medida inteligente, ya que aunque difieren considerablemente, son obras que al mismo tiempo comparten una sensibilidad geométrica subyacente inspirada en el paisaje urbano moderno. La sección siguiente, titulada “New Realities” (Nuevas Realidades) presenta movimientos artísticos con afinidades similares, tales como el grupo de Artistas Abstractos Americanos fundado en Estados Unidos, la Asociación Arte Concreto Invención en Argentina, el Grupo Ruptura en Brasil y el grupo Arte No- Figurativo en Uruguay. Esta sección no sólo vuelve sobre los pasos de la exposición de arte abstracto latinoamericano Geometry of Hope, exhibida en Grey Art Gallery, Nueva York, en 2007, sino que también logra extender los parámetros geográficos del estilo al yuxtaponer obras tales como Untitled (First Theme) de Burgoyne Diller y la de Tomás Maldonado, Untitled, de 1948.
De todas las secciones, “Temporal Rhythms” (Ritmos temporales), compuesta por obras de artistas que han explorado composiciones impredecibles y siempre cambiantes, es la más vibrante. Lo más destacado es el filme de Carlos Cruz-Diez, Movement and Vibration in Space: Sculpture by Gego, en el cual el artista experimenta con el encuadre y el movimiento de esculturas realizado por su colega venezolana, la artista Gego, creando composiciones cinéticas bidimensionales con una cualidad poética única. La experiencia se intensifica aún más con la presencia del auténtico Gegofón de 1958, exhibido en un lugar destacado en la misma galería. Desafortunadamente, el grupo más atractivo de obras reunidas alrededor del tema de “Universal Forms” (Formas universales) se encuentra separado, en otra galería. En esta “cápsula”, las obras de artistas que se han inspi- rado en la estética indígena americana de ambos hemisferios se exhiben lado a lado. Lo que más se destaca es la exposición en parejas de obras como la Composición de Torres García de 1932 y la de Louise Nevelson de 1957, donde la afinidad de las influencias a las que han estado expuestos ambos artistas puede percibirse pero no es obvia. De hecho, el éxito de Constructive Spirit se debe, precisamente, a la ausencia misma de obviedad. Las asociaciones entre obras no son forzadas y las narrativas temáticas en las que se contextualizan guían perspicazmente al espectador a sentir el espíritu de la obra. Por lo tanto, la audacia de exhibir obras de abstracción geométrica de artis- tas de América del Norte y Anérica del Sur unas al lado de las otras de pronto se transforma en una lección sobre la comprensión de una sensibilidad estética que no tiene límites geográficos ni históricos.