Cristina Piffer
Malba - Costantini Foundation Buenos Aires
Desde hace años que Cristina Piffer (Buenos Aires, 1953) teje una trama, entre la historia de la Argentina y ciertos elementos orgánicos, desafiando relatos dominantes y otorgando visibilidad a personajes olvidados por los mismos, contando pérdidas de vidas, anónimas o con nombre y apellido, denunciando matanzas varias. Los dispositivos centrales de sus objetos e instalaciones provienen de los vacunos. Son tripas, cueros tensados atrapados en ganchos de metal, grasa, cortes de carne, sangre disecada, sobre fríos tableros de acero inoxidable (¿mesas de disección de una morgue?) y planchas de acrílico, dentro de elegantes frascos de vidrio, que, junto a encofrados de acrílico, parafina y formol, junto a pequeños textos, integran la lista de artículos que diseñan estas apasionantes y perturbadoras presencias y sugieren el maltrato y la crueldad destinada a cuerpos y almas por igual.
La selección de obras, de entre 1998 y 2011, realizada por el curador Fernando Davis se exhibe dentro del programa Contemporáneo de Malba, dedicado al arte actual, local y regio- nal. Es un conjunto de obras de alto valor simbólico, de bella apariencia e impecable factura, que se ocupa de significados revulsivos y apasionantes, de las terribles muertes y sórdidos episodios del siglo XIX referidos a la constitución y organización de la Argentina como país, a los procesos de concentración de tierras tras las matanzas de indios, a degüellos de rivales políticos. Al margen de las intenciones de la artista, el conjunto remite también a la historia cercana que se halla poblada de cuerpos insepultos (los desaparecidos por razones políticas), de robos de cadáveres (las manos de Perón, el cuerpo de Eva Perón), torturas inimaginables. ¿O es que quizás alude al asado, comida que con su ritual de sangre y cuchillo representa al país en más de un sentido?