EXHIBIR EN TIEMPOS DE COVID-19: PROYECTOS DE ABRIR GALERÍA
Nota de opinión y reseña sobre las muestras PDF y #OPENCALL en Abrir Galería, proyecto online fundado en Perú.
En algunas semanas se cumplirá un año desde que se declaró en el Perú la política de aislamiento social obligatorio por la pandemia por COVID-19. Aún cuando al inicio era difícil prever la duración que tendría el confinamiento, el mundo del arte contemporáneo fue uno de los primeros en sentir el impacto de las medidas en tanto se tuvo que suspender el acceso físico a los espacios de exhibición. Todo esto ad portas del inicio de las dos ferias de arte contemporáneo que tiene la ciudad de Lima, es decir, en el periodo del año donde se suelen concentrar las exhibiciones más esperadas por los espacios que exhiben arte. Ante esto, la medida común fue la digitalización forzosa de todo tipo de eventos de arte. Aún recuerdo claramente cómo circulaba en el campo del arte limeño un sentimiento común: “no es lo mismo”. Sin espacios físicos parecía haberse perdido acceso a la tan ansiada “experiencia estética” que todavía asociamos al fenómeno de la presencia analógica. Ante esto, toda experiencia mediada por recursos electrónicos parecía siempre insuficiente.
Muchas de las propuestas de digitalización tomadas por los espacios de exhibición parecían ser demasiado conscientes de esta lógica de la “pérdida”; razón por la que vimos una tendencia hacia la compensación o la simple aceptación. Algunos se entregaron a la estética del catálogo online, mientras que otras iniciativas hicieron esfuerzos por incluir visitas virtuales con recorridos simulados por salas 3D que, a mi juicio, solo nos hacían extrañar más el recorrido analógico.
Sin embargo, ante dicha realidad también se manifestaron algunas iniciativas que supieron navegar el confinamiento a través proyectos expositivos diseñados para el espacio digital en sí. Es decir, ya no a partir de una lógica de remediación de los contenidos artísticos, sino que tomaron las lógicas de lo digital como premisa. En este artículo quisiera reseñar dos exposiciones llevadas a cabo por el proyecto Abrir Galería, para tomar dichas iniciativas como ejemplos eficientes en la producción y circulación de exposiciones de arte contemporáneo en armonía con los mandatos de la digitalidad.
Aunque su nombre lo indica, Abrir Galería es más una especie de artist-run space que una galería de arte en sí. Fundado y conducido por la arquitecta Pierina Sánchez y el artista Gonzalo Hernández, desde su apertura en mayo del 2020 han acumulado un total de seis exhibiciones que podemos apreciar en su plataforma web. De estas, hay dos que considero particularmente relevantes para pensar la relación entre digitalidad y mediación del arte contemporáneo.
En primer lugar tenemos el proyecto titulado “PDF”, donde participaron un total de 21 artistas. Número que, de por sí, ya da cuenta de una primera ventaja que se desprende del trabajo en entornos digitales. Normalmente una exhibición que presente la obra de 21 artistas significa un esfuerzo logístico y económico importante y que, en el Perú, pocas instituciones pueden asumir. El proyecto consiste en un repositorio digital de 21 documentos en formato .pdf (siglas de “Portable document format”) cada uno corresponde a un o una artista invitada a participar. En su mayoría, los .pdf muestran el diálogo del artista con el formato y su promesa de portabilidad, en claro antagonismo con el paradigma del objeto analógico. Así, muchas de las piezas juegan con el proceso mismo de digitalización vía escáner o son piezas generadas vía software. El formato rompe claramente con la unicidad pero también con la uni-medialidad. Es decir, no solo el .pdf se puede descargar, duplicar y visualizar miles de veces, sino que este proceso se puede realizar desde distintos dispositivos con sus materialidades diferenciadas. En cierta medida, el proyecto me recuerda al famoso “Xerox Book” organizado y producido por Seth Siegelaub y John Wendler en 1968, donde ya se exploraban los límites que imponen los mandatos de la exhibición analógica en una era de la información en desarrollo. Así, el proyecto “PDF” nos habla también de una generación de artistas que no requieren de ninguna “digitalización forsoza” pues sus inquietudes entran y salen de lo digital con toda comodidad.
En segundo lugar tenemos el proyecto “#OPENCALL”, que, como su nombre lo indica, fue una convocatoria abierta para que artistas envíen propuestas de exhibición online a la plataforma de Abrir Galería a partir de un formato de postulación sencillo. La convocatoria estuvo abierta entre el 5 de noviembre hasta el 4 de enero del 2020 y el proceso de selección implicaba la evaluación del proyecto por un jurado conformado por cuatro actores del campo del arte contemporáneo local. Luego de esto, la exhibición online estaría abierta entre el 18 de enero y el 26 de febrero del 2021. El resultado de esta convocatoria fue la selección de dos propuestas expositivas virtuales a partir de un total de 50 postulaciones recibidas. Las seleccionadas fueron de los artistas Federico Tejeda con el proyecto “Open Source(Less)” y Ali Salazar con el proyecto “Diario poético policial”. Más que reseñar los proyectos por su contenido artístico, algo que también merecería la pena realizar, me gustaría señalar aquí sus atributos como obra digital y no como “obra digitalizada”.
En primer lugar, la propuesta de Tejeda nos muestra tres piezas de videoarte de corta duración: “untld_inked.mp4” (1:58), “peso_muerto.mp4” (2:03) y “beyond_the_line.mp4” (4:36). Cada videoarte ha sido alojado en Youtube, formato que permite la incrustación de la pieza en el formato que propone Abrir Galería en su página y que, además, se adapta a los dispositivos que utilice el público para acceder a la misma. Por otro lado, la duración incremental va negociando con el usuario de la plataforma que, seguramente podría tener también muchas otras ventanas o tabs del navegador activadas.
En segundo lugar, la propuesta de Ali Salazar se nos presenta a través de una interfaz que se mimetiza con un escritorio de computadora, vemos ahí cinco íconos de “carpetas” con los títulos: “01_Diario_Poético”, “02_Álbum_Familiar”, “03_Semblanza_Policial”, “04_Documentación_Policial” y “05_Ofinte”. En este caso, al ingresar en cada carpeta descubrimos que la propuesta consiste en un archivo documental que contiene el testimonio personal de Ali Salazar sobre su experiencia en la Policía Nacional del Perú. Son distintas etapas presentadas a través de documentos escaneados, poesía, fotografías de su archivo familiar, registros cotidianos y, al final, algunas imágenes que contienen pinturas elaboradas por Salazar. Todo el proyecto parece ser un acceso inopinado en los documentos de una computadora de uso personal, pero muchos de los archivos vienen acompañados por textos que expanden nuestra comprensión. Una intimidad expuesta, pero cuidadosamente performada para ser experimentada como testimonio y archivo autobiográfico.
Como señalé hace un momento, cada proyecto merece seguramente una exploración individual y reflexiones sobre su dimensión artística, pero aquí solo he querido explorar dichos trabajos como ejemplos de exhibición digital que aprovechan coherentemente los recursos mediales que brindan los soportes informáticos y la estética de las pantallas. Así, me atrevo a decir que ambos proyectos (PDF y #OPENCALL) son buenos ejemplos de lo que las instituciones que exhiben arte pueden tomar como referente del uso de las plataformas digitales. Esto, considerando que tras un año de “confinamiento” (con un breve lapso de apertura) aún nos encontramos con un panorama incierto frente a cuándo volveremos a tener acceso a las salas y espacios de exhibición tradicional. Algo que no necesariamente debería ser una razón para conformarse, sino que podría también estimular la circulación de otras formas de producción artística en nuestro país.