Estrella Distante
Kurimanzutto, Ciudad de México
Roberto Bolaño en Los detectives salvajes describió cómo los actuales real-visceralistas, o viscerrealistas, caminan hacia atrás. ¿Cómo hacia atrás? De espaldas, mirando un punto pero alejándose de él, en línea recta hacia lo desconocido. La exposición Estrella Distante/Distant Star, organizada por Kurimanzutto y Regen Projects en torno a la obra literaria de Roberto Bolaño, cabe holgadamente en esta imagen literaria. Ha sido curada a partir de toda clase de nexos entre el autor y los artistas participantes (o si se prefiere, de intersecciones, afinidades y casualidades afortunadas).
En la sección que indaga intersecciones, se encuentra el neón de Glenn Ligon: only poetry isn’t shit, que toma esta oración de la descomunal novela 2666. Esta afirmación aislada funciona como el epítome de un nuevo canon literario, que a su vez reconoce a Bolaño dentro de éste.
En Vagabond in France and Belgium, de Carlos Amorales, el artista codifica el cuento de Bolaño con el mismo nombre, usando ideogramas elaborados a partir de la superposición de contornos de diferentes figuras hasta obtener una abstracción de las mismas. La pieza es el criptograma del texto en paneles monumentales así como en un libro, referidos al enigma central de la historia que gira en torno a una serie de grafismos o grafías que el protagonista no puede leer, y que son atribuidos a un tal Henri Lefavre, un oscuro escritor que le obsesiona por resultarle absolutamente desconocido. ¿Qué es aquello cifrado, aquello que apunta a la zona de penumbra en la creación contemporánea?
Amalia Pica, en Sorry for the Metaphor aprovecha esta misma oración (lo siento por la metáfora), extraída también de 2666, para titular una pieza mural armada con fotocopias Xerox. En ella, una mujer sostiene una pancarta frente a un lago rodeado de árboles en una búsqueda por formular un contexto con relevancia artística que al mismo tiempo esté dotado de voz política. La pancarta de espaldas es una potencial consigna, una manifestación del ánimo político que rige buena parte del trabajo de Pica.
Dominique González-Foerster en Untitled 2011, coloca una copia de Los Detectives Salvajes sobre una colina de arena. El libro está abierto en la página 398, entre cuyos párrafos llama la atención una línea: “¡Piero Manzoni!, el artista pobre, el que enlataba su propia mierda”. Esta pieza, como la mierda de artista enlatada, se asume en una búsqueda que en última instancia es autorreferencial: Bolaño cita a Manzoni y pregunta por su propia creación, en un gesto que retoma González-Foerster.
Los trabajos de Jonathan Hernández: Vulnerabila (covers), Rikrit Tiravanija, Untitled (los días de esta sociedad son contados) y Thomas Hirschhorn, Concretion Re, expresan afinidades con la obra de Bolaño a través de imágenes asociadas a algún espécimen de la radicalidad política y/o estética.
Abraham Cruz Villegas, Carl André, Anri Sala, Daniel Guzmán, Jimmie Durham, Ana Mendieta y Patti Smith, entre otros artistas importantes, participan en esta muestra con trabajo que los lectores de Bolaño reconocemos como real visceralista, porque logra tocarse con él en la anti-resignación, en la poética del arte –incluso en su crucifixión- haciendo eco a una declaración unánime que en algún punto hacen los viscerrealistas respecto al arte: el arte siempre ha estado enloquecido.