FLEA Ensemble
The Wolfsonian-FIU Museum Miami
Del 3 al 19 de marzo pasados se celebró en Miami SUBTROPICS XXI, la última edición de la Experimental Biennial of Music and Sound Art que, desde su origen, ha sido organizada por el artista sonoro Gustavo Matamoros. Como parte de la programación del evento, el 4 de marzo se presentó en la sede de The Wolfsonian-FIU Museum el FLEA Ensemble (FIU Laptop & Electronic Arts) con una interpretación conducida por Paula Matthusen de Rainforest IV: instalación/performance sonora que se considera en la actualidad una obra seminal en su género.
Rainforest IV fue desarrollada originalmente por David Tudor (1926-1996), en 1973, como parte de la evolución de un taller exploratorio en los sonidos producidos por la vibración de objetos construidos a cada uno de los cuales se adosaba un generador eléctrico. Tudor dirigió este taller a jóvenes artistas de entonces como John Driscoll, Phil Edelstein, Linda Fisher, Ralph Jones, Martin Kalve y Bill Viola, quienes produjeron las esculturas que contribuyeron a definir el carácter experimental de esa instalación/performance. Como parte del taller preparatorio de su representación de Rainforest IV, los miembros de FLEA realizaron una visita a The Wolfsonian-FIU Museum con vistas a seleccionar, de manera individual, un objeto que satisficiera el interés particular de cada uno en el logro de determinados sonidos. Luego, buscaron fuera de la institución objetos análogos a los que pre-seleccionaron. Para su instalación, estos objetos fueron colocados colgando en el espacio con un micrófono colocado en su interior, de modo que actuasen como una cámara de resonancia que le diese color al sonido producido digitalmente mediante el uso de computadoras, el cual también tenía otra salida directa a través de micrófonos ubicados en el espacio, donde finalmente se mezclaban ambos. Cada artista-ejecutante, que desarrollaba de manera independiente su propia estrategia de producción de sonido acorde con el ciclo natural explorado en la propuesta, se relacionaba así con un objeto particular. Como en su predecesora originaria, la instalación/performance actual requería el desplazamiento físico del espectador y la activación de sus capacidades sensoriales de vista y oído, principalmente, así como de sus códigos de proyección corporal o “proxémicos”. Inscrita en la tendencia contemporánea de reproducir performances históricas, esta representación de Rainforest IV logró satisfacer la aspiración que estuvo en la génesis de la primera: desenvolver los sonidos en el espacio de modo que el espectador quedara envuelto en éste completamente y participe de manera activa en el proceso de la configuración artística.