Félix Curto

MUSAC, León

Por Álvaro de Benito Fernández | julio 12, 2012

Para Félix Curto (Salamanca, España, 1967), México es inherente a su forma de ver el mundo. Durante más de diez años ha desarrollado residencias allí, donde ha sido expuesto a una realidad social y cultural que le han fascinado, surcando un mundo político y económico como seguramente no haya en otro lado del mundo.

Félix Curto

Para un artista proveniente de España, el choque es evidente. Chatarra americana es, además de una novela de Edwin Gilbert, el resultado de todo ese periplo: una amplia selección de obras en las que la base son objetos inservibles en un lado, el estadounidense, pero que constituyen elementos codiciados y duraderos en la otra. Carrocerías o partes de automóviles y frigoríficos son intervenidos para dotarlos de un segundo sentido y de una nueva funcionalidad.

Además de estos resultados, la selección de pinturas y dibujos recientes nos permiten adentrarnos en un mundo que bebe, directa o indirectamente, de las trazas de los literatos beat, de las road movies (como pueden ser Paris-Texas o Easy Rider) y de una excepcional generación de músicos y sus reflejos actuales. Félix Curto decide abrir así su peculiar universo, invitando a cada uno a ser consciente de sus referencias y de cómo es él en su interior, accediendo a través de obras como Dad o I’ve Loved Her so Long. La valoración del todo nos dará aromas de cultura popular, de poesía contenida en la expresividad y, sobre todo, de cómo un mismo concepto varía, en su uso y significado, no solo en la mente de Curto, sino también en una realidad tan económicamente dependiente del consumo.