Iván Navarro

Paul Kasmin, New York

Por Julia P. Herzberg, Ph.D. | junio 22, 2011

Heaven or Las Vegas es el título de una muestra espectacularmente sorprendente que se presentó en la galería Paul Kasmin, donde diez esculturas de pared y dos de piso realizadas con neón, espejos, espejos unidireccionales y energía eléctrica ocuparon las tres galerías. Cada escultura se basaba en el trazado de la planta arquitectónica de un rascacielos o edificio alto conocido mundialmente que se identificaba por dos nombres: uno de ellos, un verbo que denotaba acción, tal como Burden; el otro, el nombre del edificio, como por ejemplo el Lotte World II Tower, que se encuentra en Busan, Corea del Sur. Otros títulos incluyen Rhyme, Rival (Jumeirah Emirates Tower) en Dubai; Want (Citic Plaza) en Guangzhou; o Desert (Columbia Center) en Seattle. Los textos parecían desquiciar aún más las expectativas del espectador en cuanto a un imperativo oponiéndose a una posibilidad. Las cajas de luz no tenían una profundidad mayor a entre quince y veinticinco centímetros, pero la repetición del plano arquitectónico por medio de los espejos creaba la ilusión de un infinito vacío interior y de ese modo producía la sensación de encontrarse ante un lugar y un espacio fantasmagóricos.

Surrender (Flatiron), 2011. Neon, wood, paint, Plexiglas, mirror, one-way mirror and electric energy. 22 3/4 x 49 3/4 x 6 1/2 in. Edition of 3. Neón, madera, pintura, Plexiglas, espejo, espejo unidireccional y energía eléctrica, 57,8 x 126,4 x 16,5 cm. Edición de 3.

El artista seleccionó la serie de rascacielos, muchos de los cuales ostentan la categoría de edificio histórico, por el atractivo visual de la silueta de su planta arquitectónica. Surrender (Flatiron) fue construido en 1902 en la ciudad de Nueva York, en el estilo de la Escuela de Chicago. (Recordar las fotografías tomadas por Edward Steichen del Flatiron de 1904, célebres imágenes del edificio de veintidós pisos). El plano de forma triangular del edificio constituyó una solución innovadora para la incómoda ubicación del terreno en la intersección de Broadway y la Quinta Avenida. Untitled (Empire State), tal vez el edificio alto más icónico del mundo, fue diseñado adaptando los perímetros de cuatro planos de planta dentro de un espacio de 57 x 119 x 10 pulgadas. ¡Toda una hazaña!

Otra escultura impresionante fue Decay (Lake Point Tower) en Chicago, que fue construido en 1968, siguiendo un estilo internacional, por arquitectos que eran alumnos de Ludwig Mies van der Rohe, conocido mundialmente por sus edificios minimalistas en vidrio y metal. (Aunque ésta es la primera vez que Navarro hace referencia a Mies, en la obra Black Electric Chair, de 2006, el artista rindió homenaje a otro gran arquitecto modernista, Marcel Breuer, quien diseñó en 1925 la primera silla de acero tubular conocida como la silla Wassily). La silueta del edificio Lake Point Tower, que recuerda a un trípode, es el único edificio alto que queda actualmente en Chicago al este de Lake Shore Drive, una avenida bordeada por edificios altos. Untitled (Twin Towers) mostraba esculturas de piso rectilíneas idénticas que se ajustaban a los perímetros de los planos de planta de las Torres 1 y 2. Si el espectador miraba hacia abajo, hacia las brillantes luces de neón, la sensación de caída al abismo era muy inquietante. Navarro siempre se ha interesado en los objetos por su potencial como esculturas sociales. Recuérdense las puertas, sillas, mesas y escaleras del artista. The Armory Fence en la feria The Armory Show de Nueva York, ocupaba aproximadamente 70 metros cuadrados, y si bien atrajo la mayor parte de la atención del público, en términos conceptuales era similar a los edificios altos de ficción. La cerca impulsaba al espectador a reconsiderar su relación con el flujo del espacio y la dinámica del lugar. En la misma

forma en que uno no puede penetrar en el espacio ilusorio de los rascacielos, tampoco puede penetrar en el espacio real de una galería de arte, ¡más aún cuando la galería es el cerco! Toda escultura, tanto las presentes como las remotas, desafía la propia inclinación a introducirse en construcciones espaciales familiares que en realidad sólo pueden ser imaginadas.