Jac Leirner

Repetición y diferencia, o simplemente un nombre distinto para lo mismo

Por Daniela Castro | mayo 04, 2010

Además, aun cuando el tema sea diferente, la gente siempre pinta el mismo cuadro. -Andy Warhol. Andy Warhol. Mi filosofía (De la A a la B y de la B a la A)

Blue Phase (Klee), 1995. Banknotes, buckram. 20 x 20 in. Courtesy the artist. Fase azul (Klee), 1995. Billetes, tela Buckram, 51 x 51 cm. Cortesía de la artista.

Toqué el portero automático y Jac Leirner me abrió la puerta del edificio donde tiene su taller en el primer piso. Aunque me sentía entusiasmada y honrada por haber sido invitada, subí las escaleras con la impresión de que ésta sería sólo una visita más al atelier de un artista; que contemplaría la obra, la evaluaría desde el punto de vista crítico, intercambiaría opiniones con la autora y partiría. Jac me recibió con una sonrisa de bienvenida y súbitamente me vi rodeada por Void Bags (Bolsas vacías), la obra más reciente de la artista, que cubría cada pulgada de cada pared de la habitación.

Cientos de bolsas de las más variadas formas y colores, dispuestas de acuerdo con un esquema gráfico, una combinación de colores, o según sus diferentes tipos de manijas, o de las formas de los recortes por medio de los cuales la artista las ha intervenido – cuadrados, circulares, rectangulares, a veces esquemas superpuestos de, por ejemplo, gráficos y recortes, colores y manijas, y así sucesivamente. El conjunto de estos elementos creaba un ritmo de diferenciación y similitud que, según recuerdo, dificultaba la respiración.

Jac insistía en hacerme preguntas sobre su obra, sobre historia y teoría del arte en general, en una suerte de extraña inversión de roles. Era yo la que estaba siendo indagada allí, no su obra. Buscando las palabras, me esforcé por organizar mis pensamientos y aparentar que podía enfocarme en la conversación, pero en realidad el vacío sincronizado que reflejaban esas bolsas causaba interferencia en mi pensamiento, ya que ponía al descubierto algo en el lenguaje que era anterior a la lógica lingüística y analítica; la correspondencia entre el pensamiento y el material causaba con/fusión entre el decir y el ver; hacía que se relacionaran recíprocamente. Necesitaba tranquilidad (me habría quedado ciega) y dije:

D: Jac, necesito pensar acerca de todo esto. Volveré. Un par de semanas más tarde nos encontrábamos en medio del vacío de las bolsas, cuando me preguntó directamente:

J: ¿Qué se te ocurrió?

D: Tu obra es repetición y diferencia.

J: Ya veo. Repítelo.

Para hacer una breve presentación de la idea, Deleuze plantea que la repetición y la diferencia son independientes de los conceptos de igualdad, identidad, semejanza, similitud o equivalencia, e involucran elementos (o singularidades) que se multiplican (o reflejan) mutuamente.1 Operan fuera del paradigma del Uno y el Continuo, y deben ser pensados en términos de un juego especular entre un concepto y la pluralidad de sus referencias, entre lo idéntico y la multiplicidad de sus repeticiones.

Por ejemplo, cuando Jac Leirner enhebra decenas de miles de billetes de banco formando una cadena en Os Cem/Los Cien (1996), lo que proclama y se infiere de inmediato es la acumulación material del objeto, la metáfora de la circulación paralizada en el contexto de un estancamiento económico, la esmerada perseverancia de los pequeños gestos personales, que traducen la repetición cuantitativa del objeto en una correspondencia de recíprocos (entre lo material, lo social, lo personal), un juego de diferencias.

La obra de Jac no tiene que ver con la representación, sino con la correspondencia. Corresponder implica particularizar cada elemento que se repite; cada billete constituye una resonancia diferenciadora que se despliega en forma intensiva más que extensiva. El lugar de la extensión le corresponde a la repetición mecánica y cuantitativa, a la abstracción de objetos supuestamente similares. Las disposiciones múltiples, perfectas, rítmicas que la artista propone se manifiestan como un cúmulo de diferencias repetidas: los graffiti pintados por manos anónimas (Todos os diabos da fase azul/ Todos los demonios de la fase azul, 1995), las tiras utilizadas para prolongar el período de vida de los billetes (Os Cem/Los Cien, 1987), las firmas empleadas para asignarle propiedad individual al efímero valor monetario ligado a un trozo de papel (Os Cem (assinaturas)/Los Cien (firmas), 1987), etc. La representación subordina el concepto de diferencia a lo mismo y lo similar (siendo por lo tanto una negación del mismo) y no puede ratificarlo como divergencia, disparidad, disyuntiva, desplazamiento y variabilidad. En ese sentido, observar la obra y considerar su repetición correspondiente como seriación la limitaría a la condición de ejercicio de formalismo estético abstracto, cuando de hecho, tal como lo afirma Guy Brett, “su obra hace que dicho formalismo se vea innecesariamente limitado y estrecho, como etiqueta y protocolo antiguos”. 2 No es una interminable acumulación de objetos, ni la Columna infinita de Brancusi, ni las repeticiones desnudas de las obras Sin título de Judd. La correspondencia entre reciprocidades, este espacio en el que opera su obra, supone una intensa relación entre lo repetido y el que repite, entre el que diferencia y lo diferenciado, entre A y B, y entre B y A.

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D: Jac, tu obra es repetición y diferencia y habita el espacio metaforizado por Andy Warhol en el subtítulo de su libro, Mi filosofía (De A a B y de B a A); así, entre paréntesis.

J: ¿Por qué entre paréntesis?

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De A a B hace referencia al diálogo entre Andy y sus asistentes, cuyas iniciales para Warhol eran siempre B, sin importar cuáles fuesen sus verdaderos nombres. La filosofía de Andy Warhol se manifiesta siempre, a lo largo de todo el libro, como una correspondencia entre el autor y la B constante (la multiplicidad de sus interlocutores). También se refiere a la noción matemática de que existe un conjunto infinito de números racionales e irracionalesentredospuntos(0y1,oAyB).ElydeBaA garantiza la correspondencia, tal como fuese señalado anteriormente, un juego de diferencias que continúa circulando dentro de este infinito entre paréntesis.3 Jac le infunde a sus repeticiones un grado tal de particularización que la obra, sin importar cuan racionalmente se formalice, afecta al espectador en su propio ejercicio de particularizarla a su vez, arrancándole reciprocidad y tal vez recargándola irracionalmente de intensidad. Se trata, además y después de todo, de un juego de afectos.

Adhesivos 25 (nós)/Autoadhesivo 25 (nosotros) es un elemento (o singularidad) que forma parte de un conjunto titulado Adesivos/Autoadhesivos, del 2001. Entre las cualidades diferenciadoras que incluyen el color, el diseño, los temas, Jac Leirner califica a ésta como (nosotros). La artista incluye un autoadhesivo con su nombre, que aparece tres veces en la obra, más arriba de otro en el que se lee AÚN ESTOY VIVA, y al lado de otro que muestra una calavera y huesos (símbolo de muerte o de mortal), que luego se coloca diagonalmente sobre uno que dice “protegedme de lo que deseo”. El infinito limitado en el que tiene lugar el juego de afectos y diferencias de Jac es la recreación de nuestra propia mortalidad, la última correspondencia recíproca, un valeroso ejercicio para un estado de devenir.

La obra artística de Jac Leirner se ocupa de la ambigüedad del vivir: la inteligibilidad de la muerte, el ejercicio incesante de encontrarle sentido a la vida sabiendo que no lo tiene – una “dislocación paradójica”4 – puesto que la muerte le pone fin a todo. Siguiendo el razonamiento de Deleuze, “cada arte tiene sus propias técnicas imbricadas de repetición, cuyo potencial crítico y revolucionario debe alcanzar el máximo nivel posible para llevarnos de las monótonas repeticiones del hábito a las profundas repeticiones de la memoria, y en última instancia, a las [simbólicas] repeticiones de la muerte, a través de las cuales nos burlamos de nuestra propia mortalidad”.5 O Livro (dos cem)/[El libro (de los cien) (1987), que contiene todos los textos recopilados de las decenas de miles de billetes, editados por Jac Leirner, afirma: “Estava escrito. (...). Tudo caba” (“Estaba escrito. (...). Todo termina.”)

1 Gilles Deleuze, Repetition and Difference, traducido por Paul Patton (New York: Columbia University Press, 1994)
2 Guy Brett, “A bill of wrongs”, en Jac Leirner: Ad Infinitum. Catálogo de la exposición, org. Ligia Canongia (Río de Janeiro: Centro Cultural Banco do Brasil, 2002); p. 211 – 212.
3 “Todo el espacio es un mismo espacio y el pensamiento es un mismo pensamiento, pero mi mente divide su espacio en espacios en espacios y pensamientos en pensamientos y pensamientos.” Andy Warhol. THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again) (New York: A Harvest Book, 1975) p. 143
4 Simone de Beauvoir, Por uma moral da ambigüidade, trad. Marcelo Jacques de Moraes (Río de Janeiro: Editora Nova Fronteira, 2005) p. 68
5 Deleuze, p. 209

Perfil :

Jac Leirner nació en San Pablo en 1961. Cursó estudios en la Fundación Armando Alvares Penteado en San Pablo, donde obtuvo su diploma en Artes Visuales. Catedrática invitada del University College en Oxford y artista residente en el Walker Art Center de Minneapolis en 1991. Ha presentado numerosas muestras individuales y colectivas en cuatro continentes. Participó en la Bienal de San Pablo en 1983 y 1989; Bienal de Venecia, 1990 y en Aperto 90 ese mismo año. También participó con su obra en la Documenta IX de Kassel, 1992. Representó a Brasil en la Bienal de Venecia de 1997. Su obra está representada en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Galería de Arte de Ontario en Toronto, Canadá; Colección Cisneros, Caracas, Venezuela; Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York, entre muchas otras instituciones nacionales e internacionales, así como en importantes colecciones privadas en todo el mundo. Se ha publicado una vasta bibliografía sobre su obra, que incluye a autores tales como Guy Brett, Paulo Herkenhoff, Bruce Ferguson y Ariel Jiménez.