José Gabriel Fernández
Sala Mendoza - Universidad Metropolitana. Caracas
José Gabriel Fernández (Caracas, 1957) había desarrollado en el pasado unas instalaciones con capas de toreros. Para ese momento posó su mirada en las figuras homoeróticas de los matadores. Quizás escapando a esa adoración fetichista y en una búsqueda de algo más esencial, al descubrir esas capas encuentra nuevas formas que lo inducen a una indagación platónica. Aparentemente, en una necesidad de rescatar una pureza estética.
Fernández trabaja con piezas bidimen sionales, con uso del blanco y gusto por el cut out. Las mismas están cortadas y apiladas, y a ellas superpone formas. Éstas desean salirse del soporte y buscar nuevas espacialidades. Otras piezas, ya tridimensionales orgánicas y suaves, nos recuerdan las morfologías brancusianas. Éstas provocan el tacto, pero su blanco impoluto niega el goce. Como que la extrema pureza lo impide. Hay cierta mente, alguna veladura que penetra en el pensamiento y hacen misteriosas unas piezas, que por contraste, siendo opacas, quieren ser transparentes.
Las piezas giran alrededor de los cortes negativos y positivos de elementos que no son puros, pero inducen a la reflexión al ir en soluciones “morales”, en vez de respuestas escabrosas que bus- can a través del escándalo, llamar la atención del público.