José Hidalgo-Anastacio
Ponce+Robles, Madrid
Para alguien interesado en el arte contemporáneo latinoamericano siempre es agradable rellenar alguno de esos huecos que parece tener la geografía mental. Seamos realistas: desde unos años ̶ demasiados ̶ para acá, ha costado encontrar esa pieza de rompecabezas que puesta sobre Bolivia y Ecuador hagan el mapa completo.
Por eso, la primera individual en el extranjero de José Hidalgo-Anastacio (Guayaquil, Ecuador, 1986) es más que una buena noticia, porque ayuda a comprender de un modo más amplio la realidad del panorama artístico de Ecuador y, de paso, ofrece al mundo una interesante propuesta cuyo punto de partida radican en la relación de la pintura y los distintos lenguajes.
En Feel at Home/Sentirse en casa, el artista apela a la traducción entre elementos no figurativos como parte del cambio de lectura del expresionismo abstracto, y al espacio blanco, inmaculado, cúbico de una galería: el área donde esa trascripción se ejecuta. Trabajando con ambos conceptos, surgen obras que cambian su dimensión natural: la pintura es capaz de saltar de las paredes y convertirse en protagonistas tridimensionales, como es el caso de Green gradient with green orange. Esto forma parte de esa plasmación de la traducción, la misma que ejerce en sus obras tras el estudio de las unidades de medida que le ayudaron, si no a entender, por lo menos, a expresar la longitud de una yarda y emplear las equivalencias como objeto de análisis para verter esa transposición, mentalmente abstracta, en un hecho figurativo en sus Estudios de transmutación. O el idioma, código igualmente convertible a través de la fonética, y que con la ayuda de traductores en línea, son la esencia de Lectura 1 Hablar una lengua ajena, que cierra una muestra conceptual de una enorme madurez, tanto por el desarrollo y la ejecución de las obras que la forman como por el concienzudo estudio que representa.