Karina Peisajovich
Vasari, Buenos Aires
Karina Peisajovich (Buenos Aires, 1966), cuyos trabajos de los últimos años se hallan ligados a sus experiencias relativas a las posibilidades perceptivas de la luz y el movimiento, presentó Totalmente, tácitamente en la galería Vasari.
El gran dibujo con lápices de colores sobre papel desplegado en la vidriera, invitaba a entrar y confirmaba que la artista persiste en su indagación sobre el color con intensidades de aumento o disminución de claridad /oscuridad. En el interior y dispuestos a modo de instalación, se sumaban un conjunto de siete dibujos de distinto tamaño y formato que, con su ritmo y fusión cromática, suscitaban una respuesta emotiva del observador.
Peisajovich vuelve a intervenir el espacio arquitectónico con la inmaterialidad de la luz, pero ahora amplía su búsqueda creando algunos objetos que remiten a lo lumínico, tan delicados como contundentes. En una esquina de la galería, la instalación Los amantes comprendía dos lamparitas encendidas comunes que se elevaban, oscilaban en paralelo y realizaban giros concéntricos. El desplazamiento −con un dispositivo oculto que generaba corriente y programaba las fluctuaciones− de la pieza hacían pensar en el vuelo nupcial de los pájaros o en el jugueteo amoroso de dos personas que se buscan y se desean. El final estaba abierto.