León Ferrari
Museo de Arte del Banco de la República, Bogota
Una compleja curaduría de la Fundación Augusto y León Ferrari, dividida en varios ejes temáticos entre los que se destacan Arte y poder, Prismas y rectángulos y Brasil, es presentada en el Museo de Arte del Banco de la República. Y no es para menos si se consideran que la selección de piezas cuenta con obras que datan desde 1954 hasta nuestros días y la versatilidad estética de este artista argentino.
Ferrari, con estudios de ingeniería, aprovechó su formación para generar, de manera ingenia e intuitiva, nuevos canales discursivos que lo mantuvieron permanentemente en la polémica. Su arte innovador tanto en las formas como en los significados, plantea temas como la religión, la violencia y el sexo. Dentro de su heterogénea producción se cuentan esculturas en alambre, dibujos, objetos, collages, grabados, fotografías y videos realizados con los más variados materiales: metales, maniquíes, aves o excrementos animales.
Se destaca la presencia de las piezas Civilización occidental y cristiana, en donde un avión de guerra norteamericano FH 107 unido a un cris- to, simboliza la responsabilidad estadounidense en la Guerra de Vietnam; y de Carta a un general (1963), en la que “frente a la incapacidad del lenguaje escrito de generar reacciones, decide plasmar la idea en una carta que no tiene significado y que presenta una caligrafía deformada”, tal como lo indica el guión curatorial.
Ganador del importante galardón el León de Oro de la Bienal de Venecia en 2007, su mayor postura es la ética que mantiene frente al arte mismo y su función: “Ignoro el valor de esas piezas. Lo único que le pido al arte es que me ayude a decir lo que pienso con la mayor claridad posible, a inventar los signos plásticos y críticos que me permitan condenar la barbarie de occidente; es posible que alguien me demuestre que esto no es arte; no tendía ningún problema, no cambiaría de camino, me limitaría a cambiarle de nombre: tacharía arte y lo llamaría política o cualquier cosa”, tesis expuesta en un texto que dirigió al jurado que le impidió presentar una de sus piezas en el Premio Nacional Di Tella, en Argentina.