Luis Lizardo
Carmen Araujo Arte. Caracas
El titulo de la exposición no deja de ser desconcertante. Luis Lizardo (Venezuela, Caracas, 1956) muestra su último trabajo en el marco de los antiguos secaderos de café de la Hacienda La Trinidad en Caracas. Se basa en el libro El cielo de Madrid, de Julio Llamazares. Son collages de retazos de postales viajeras en las cuales se logra el énfasis constructivo con las líneas, bordes y recortes de esos pedazos. Un juego racional de rompecabezas mondrianesco en los cuales las diferentes tonalidades de azules y ocres completan el juego compositivo.
Van así apareciendo nuevas imágenes para sustituir las estampas de otros por el propio recuerdo. No son los cielos de Madrid, sino la recreación personal del artista. Aquellos que se quedaron atrapados en su memoria. Algún retazo de éstos será afín con el espectador. Cada cual asume el suyo. Unos prefieren un hilo de ciudad construida. Otros los cielos, de distintos ámbitos: celestes, encapotados o brumosos. Son cielos imaginados y concebidos por otros, que el artista transmuta. No despreció ni las imágenes del contorno de la postal que le dio fuerza compositiva, ni el borde que da otras textu- ras visuales.
Además al ser realizadas en pequeños formatos se transforman en imágenes intimistas: una comunión entre el espectador y artista. Porque éste debe aproximarse a las piezas y ello obliga a la privada conversación. El paisaje en copas de árboles o montañas se trata de manera anecdótica, no para resaltarlo sino para formar parte de una composición. Ciertamente estos “cielos” son un bálsamo en el camino. Un paréntesis. Recordar un instante, un hermoso destello de un pasado.