Luna Paiva
Centro Cultural Recoleta. Buenos Aires
La televisión y las revistas del corazón llevaron al primer plano de la consideración pública a una serie de personajes del vodevil, bailarinas generosas de curvas que suelen ventilar, con inusual desparpajo y ante millones de personas, detalles de su, a veces, turbulenta existencia. Vida de diva es el nuevo ensayo fotográfico de Luna Paiva (París, 1980), exhibido en el Centro Cultural Recoleta, que registra a una serie de vedettes de la escena nacional, desde la despampanante Adabel Guerrero hasta la mítica Isabel Sarli.
La artista emplea luz diurna para las jóvenes divas y sombras nocturnas en las imágenes de las ya retiradas. Protagonistas de la noche y omnipresentes en los medios durante el día, las artistas son fotografiadas por Paiva en la intimidad de sus hogares, mostrando sus trabajados cuerpos (en el gimnasio, en sesiones de cirugía plástica). Inesperados escenarios cotidianos y provocativas poses de las artistas, ataviadas apenas con plumas y lentejuelas, en estos retratos que dislocan al espectador. La artista las muestra en su dualidad, dedicadas trabajadoras e íconos de la liviandad. Paiva, que reconoce a su padre, el reconocido fotógrafo Roland Paiva, como maestro, también estudió historia del arte y arqueología en la Sorbonne, cine en Nueva York, teatro en París, antes de dedicarse completamente a la fotografía en 2005, año de su primera muestra.