Marine Huggonier

A continuación, Hugonnier aplicó cuadrados de color sobre las fotografías de la llegada del hombre a la luna, la inauguración de Brasilia, o incluso el cadáver del Che Guevara, algunas de las páginas que surgieron de la cacería, confiriéndole poder a las palabras y convirtiendo a la fotografía en un elemento abstracto. Lo que surge es una historia narrada por medio de texto y elementos gráficos planos.

No aparecen todos los años ni todos los acontecimientos relevantes de cada década. La mayoría se han perdido y así la artista se encuentra con una memoria colectiva selectiva, con los huecos en los cuales el registro ha colapsado por razones desconocidas y con lo que ella denomina la investigación de un paisaje histórico imaginario, como si se tratase del mundo pasado por el tamiz de la nostalgia.

Utilizando los tonos y variaciones que figuran en la carta de colores de Kodak, Hugonnier imita la fotografía real, una parte por el todo, creando un mosaico no muy alejado del constructivismo brasilero, que no por casualidad alcanzó su apogeo en la época que la artista aborda en esta serie.