Miguel Rio Branco
Millan, São Paulo
Esta no es una muestra usual de Miguel Rio Branco. Mientras que el artista ha explorado la sexualidad femenina en contextos más o menos explícitos a lo largo de toda su obra, ya sea en su febril exploración de burdeles en Salvador, o su representación de colegialas descaradas de Tokio, el artista indagó más profundamente en la idea de la femineidad y el erotismo femenino en su muestra más reciente en la Galería Millan, en San Pablo.
Reconstruyendo parte de su estudio en el espacio de la galería, Rio Branco crea un contexto de intimidad en esta exposición, eliminando por completo el cubo blanco. El espacio se transforma del piso al techo, un hueco oscuro de negativos, contactos, ampliaciones y decenas de lo que parecen ser estudios y variaciones sobre un mismo tema.
Mientras que las mujeres en estos retratos a menudo se encuentran desnudas o asumen una actitud lasciva, Rio Branco también parece desnudar su proceso creativo ante el público. Sus series no se presentan aquí como obras terminadas, el resultado de un laborioso proceso en el cuarto oscuro, sino más bien como un trabajo que se va desplegando ante los ojos del espectador, como un territorio abierto de empeños eróticos.
Rio Branco es más provocativo que nunca en esta serie, pero también más ambiguo. En esta última exposición, parece querer equiparar la imprevisibilidad de la tensión erótica con el proceso creativo detrás de su obra, algo hecho de pasión y luz esculpida.