Nina Surel

Praxis, Miami

Por Jesús Rosado | noviembre 24, 2011

Con Understory, muestra de collages de la argentina Nina Surel, la galería Praxis de Miami ha entrado en el otoño ofreciendo un impresionante despliegue de obras que se imponen por el gran formato y la fuerza sensorial. Concebidas desde el aprovechamiento de una sólida cultura visual unida a la preparación académica como diseñadora en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, la estructura formal del neo-retratismo de Surel evidencia la perseverancia y minuciosidad de su pugna por emancipar ciertos propósitos recónditos.

Nina Surel

Combinando distintas técnicas que incluyen fotografía, pintura e incorporación de objetos, Surel dota de exuberancia visual a una propuesta que revisita sin disimulo escenas y poses procedentes de los clásicos de la iconografía romántica o de la pintura galante. Una maniobra mimética que eventualmente la aproxima a los estereotipos rococó de Fragonard o Watteau, o a la mística del bosque recreada en su momento por Seurat y Van Gogh.

El bosque profundo en el caso de Surel no sólo sirve de trasfondo a la representación del sujeto sino que se reafirma como alegoría de lo inescrutable y componente ancestral de la consabida inclinación social hacia el mito.

La naturaleza en sus imágenes es el marco perfecto para realzar la intencionalidad introspectiva agazapada tras las expresiones neutras del rostro humano. En desprejuiciado acto de narcisismo intencional, la impasibilidad de las caras repetidas de la propia Surel logra el extrañamiento indispensable para que la aspiración de hacerse centro de reflexión sea parte del debate ante la obra. Mientras tanto, el abigarramiento ornamental, en ocasiones colindante con el kitsch, complementa de modo afectado a la figura, colocando el resultado sospechosamente entre la belleza y la ironía.

Si se observa con detenimiento la superficie de las piezas, se descubre la labor intrincada en el ensamblaje de elementos diversos procedentes de la cotidianeidad dual de la mujer-artista. Aún cuando la ornamentación desborda la bidimensionalidad, la sublimación del detallismo busca integrarse a la concepción espacial de la tradición pictórica.

Pintura, fotografía, encajes, botones, artesanías, bisutería, porcelanas, se aglutinan con resina sobre la madera urdiendo un imaginario donde contrastan LA alusión decimonónica y EL bucolismo con la revisión conceptual de las apropiaciones estilísticas. Un contrapunto que en obras como Néctar (2011), como ejemplo evidente, no está exento de cierto tono satírico- reflexivo, aunque sin desembocar en parodia.

En medio de las intersecciones formales, el discurso de Surel se hace ambiguo, irrestricto. Las intertextualidades se ensanchan y a través de los motivos incorporados se hacen inevitables los puentes de referencia a la novela rosa, los cuentos de hadas o al realismo mágico, donde ha quedado estereotipada la naturaleza femenina. En Understory, el ejercicio estético se revela portador de un feminismo que recurre a la exaltación visual, distanciándose de los alegatos convencionales. El feminismo fluye delicado e intrínseco acompañándose de suspicacias intelectuales y de un sarcasmo subliminal que desde la dulce apariencia onírica parece ridiculizar la obsesión histórica por disminuir a la mujer desde su condición de género. En su afán de idealizar la forma, la exquisitez manual también cubre un criterio contestatario. Es como si la pretensión metafórica fantaseara mordazmente en torno a un nudo social vigente.