Oscar d’Empaire
Universidad Rafael Urdaneta, Maracaibo
Como parte del desarrollo del tema del ensamblaje, Oscar d’Empaire (Venezuela. Edo Zulia, 1930) exhibe su última muestra donde exalta el uso del hierro y la soldadura, que fusiona con elementos que fueron desechos de la vida cotidiana; y en todos los casos, que no fueron concebidos como objetos artís- ticos. También hay un dejo ecológico al dar una nueva lectura a cosas abandonadas por el hombre consumista actual.
La palabra ensamblaje se remite al francés “ensemble” que significa juntar y unir al mismo tiempo. La misma fue acuñada en 1953 por el francés Jean Dubuffet (1901-1985) –con sus orígenes en Duchamp y Picasso-, y que fue establecida en una exposición sobre el tema, realizada en el MoMA, en 1961, cura- da por William C. Sietz. De tal manera, que al fusionar otredades, el ensamblaje renueva las formas sustituyendo valores lite- rales por tónicos. No se busca imitar sino cambiar los géneros para subvertir la iconografía tradicional.
Oscar d’Empaire renueva su inventario fantástico en el cual combina su curiosidad ilimitada con el humor y cierto espíri- tu lúdico, que se refleja en algunos de los títulos de las obras: el juguete de Torquemada, cortadora espacial, máquina para moler ideas. Allí el maestro se burla de sí mismo- o quizás- de nosotros. Es una “estética de la acumulación” en la que defini- tivamente el artista siempre se reinventa, como en las chatarras, los moldes de zapatos o el ajedrez. Todos son cuerpos “encontrados” que d’Empaire rescata del desdeño de sus ante- riores propietarios o de la indiferencia con que la tecnología trata al sujeto considerado obsoleto para inducir a la compra de artefactos de última generación.