Rosario Bond

Museum of Modern Art, Santo Domingo

Por Amable López Meléndez | junio 22, 2011

Rosario Rivera Bond (Santo Domingo, 1952) estudió en L‘Academie de la Grande Chaumiere, París, Francia y en el Camden Art Center, Londres, Inglaterra (1975-79), período en el que también estudia y reside en París, Florencia, Londres y Nueva York. En 1995, luego de una prolongada pausa creativa, viaja a través de los Estados Unidos. En Santa Fe, Nuevo México, se encuentra con la artista norteamericana Betty Ridgeway, con quien practica intensamente los procedimientos del expresionismo abstracto. Desde hace más de dos décadas reside en la ciudad de Miami.

The Public Speaker, 2009. Oil on canvas, 60 x 60 in.//Óleo sobre tela, 152,4 x 152,4 cm. Courtesy/Cortesía Milagros Bello Curator’s Voice, Miam

Rivera Bond ha regresado en grande a su tierra natal y a sus raíces espirituales con su -hasta ahora- más completa exposición individual en una institución representativa. Curada por Milagros Bello y organizada por el Museo de Arte Moderno con los auspicios del Ministerio de Cultura de la República Dominicana, el esplendor y la efectividad “especular” del cuerpo expositivo de “Simplemente una ilusión” se materializan en una serie de obras que, desde mi punto de vista, resultan aciertos “básicos” en la producción multifacética de Rivera-Bond de los últimos 10 años.

Me refiero a pinturas de sorprendente vitalidad cromática como Stroll Through Life (2008), The King and I (2008), Shopping Spree (2008), All my Friends Series V (2009), The Public Speaker (2009), Wishful Thinking(2009), Caperucita Roja (2011), In the Sky with Diamonds (2011) y Crazy About You (2011), estas dos últimas de la serie en proceso “Diary of a Shopaholic” y sobre las cuales apunta Milagros Bello: “La tela en gran formato muestra un inmenso palimpsesto de artículos femeninos y de imágenes de mujeres en recortados de revistas. La artista incorpora perfumes, pinturas de labios, collares, prendas íntimas, recreando en forma satírica el mundo de la mujer y su insaciable búsqueda de la belleza y la perfección físicas”.

A estas “pinturas axiales” se agregan otras reacciones escultóricas de notable polivalencia significativa y con las cuales Rosario Bond provoca la reflexión del espectador sobre la condición femenina en medio de la ritualidad del caos cotidiano de la posmetrópolis, “irradiándonos” desde la exquisitez alucinante del sarcasmo y la ironía. De la serie “Beautiful Trash”, la muestra integra las esculturas tituladas Adam (2010), Eve (2010), The Finalist (2010) y Beautiful Trash IV (2009), mientras que de la serie “Golden Trash” destacan Woman with No Voice, Sunday Supper, Golden Water, La Gallina de los huevos de oro, De Cabeza y La caída de Superman, todas ejecutadas en el 2010. En sus desquiciantes reacciones escultóricas de efectividad metafórica polivalente, Rosario Bond utiliza el recurso del reciclaje de forma brillante. Ella materializa cada pieza como una especie de “acumulación” metafórica de inequívoca filiación “posdadaísta”, combinando y manipulando materiales y objetos como madera, telas metálicas, piel, resinas y fibras sintéti- cas; vegetales, flores, rosas y frutillas artificiales; textiles, espe- jos, plumería, oropeles, perlas, piedras preciosas y joyas (anillos, collares, aretes, pulseras) de fantasía; papeles de regalos, gafas de sol, fotografías de “topmodels” y celebridades; pelu- cas, vestidos de lencería, esponjas, peines, coronas y una sor- prendente proliferación de “adminículos naturales” de la cosmética femenina contemporánea.