STOP AND REVIEW: ¿QUÉ ES DE LA ESCENA VENEZOLANA A MITAD DE AÑO?
Al llegar la segunda mitad del año las distancias entre lo que fue y lo que es suelen reducirse a momentos de revisión constante que nos permiten esbozar lo que será, o al menos formar una expectativa de ello. En el arte venezolano, la mitad del año ha significado la posibilidad de presenciar el diálogo entre la complejidad y la contradicción propia de un país convulso, en el que pasado y futuro se interrelacionan para hablar en tiempo presente.
Al hablar de lo que fue, se hace preciso mencionar exposiciones como El ojo de La Ballena, un paseo antológico de fotografías de Daniel González en la Sala TAC, donde las imágenes narran momentos de un clima político cargado de insurrecciones cívico militares, guerrilla urbana y campesina del siglo XX en Venezuela, así como los rostros protagonistas de dicha historia. Por otra parte, en un sentido atemporal y fuera de la capital, Eduardo Vargas Rico presentó en La Experimental una muestra de su trabajo en formato de Estudio Abierto, en la que clasifica en Tópicos Locales una serie de ensamblajes en los que los conceptos de geografía, localidad y límite reorganizan sus definiciones para crear nuevos planteamientos.
En otra ubicación del territorio venezolano, Jesús Briceño inaugura en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo del Zulia su individual Des_patriados, en la que la figura del prócer histórico es confrontada con los horrores de la actualidad a través de la compilación de fotografías, video e incluso una acción performática, que convergen entre sí para manifestar (como lo adelanta el prefijo de su título) la negación por esa idea de lo que la patria es. Mientras tanto, en Caracas, Luis Salazar reinterpreta y reconstruye a través del collage y la pintura la metodología de Aby Warburg en su Lost Atlas. Así, la sala de Carmen Araujo Arte se llena de reflexiones en las que se superponen nombres como Derrida y Warhol para establecer nuevos cuestionamientos sobre la cultura contemporánea.
La historia del arte nos revela a lo largo de su transcurso que en momentos de opresión, el acto creativo aflora con grandes resultados. En cada una de estas exposiciones, que fueron y que son, observamos la búsqueda de respuestas particulares inscritas en preguntas colectivas, en las que lo individual, lo social y lo político son conceptos entremezclados para encontrarse en una actualidad, circunstancialmente presente que llamamos contemporánea. El futuro está por verse, aún queda medio año.