Yvonne González
Moro, Santiago
Internamente, la escena chilena suele ser estereotipada bajo un conceptualismo frío y academizado. En algunos artistas, se ha leído en tanto un interés por “refrescar” el ambiente con calidez estética, cierto humor y cultura urbana. Aquí podría situarse la propuesta de Yvonne González en toda una sala de Galería Moro, donde nos intercepta con una explosión de colores, siendo trozos de acrílico pintados con arena, polvos metálicos, resinas y micas, que flotan como manchas de pintura en el espacio.
¿Dónde está la relación con el paisaje chileno que insinúa el título de la muestra, “Piezas caóticas de un paisaje chileno”? El tema del paisaje ha sido clave en la historia de la pintura nacional del siglo XIX al XX, con una tendencia a la mesura cromática o a cierta palidez. Esta joven artista radicada en Nueva York y que vivió en Chile en tiempos de dictadura, intenta reconstruir los fragmentos de un paisaje desde la memoria y el recuerdo familiar, con guiños al expresionismo abstracto y un tono pop. Predominan ondulaciones, drippings, texturas de plástico, colo- res estridentes, brillos, transparencias y juegos de luz indirecta, múltiples y sutiles sombras. Una experiencia melancólica de la luz conecta finalmente con el territorio recordado.