_Entre dos continentes: abstracción geométrica española en Latinoamérica_

Ideobox Art Space, Miami

Por Adriana Herrera Téllez | mayo 02, 2013

Desde su título, esta exhibición recobra un capítulo cuasi olvidado en la historia mundial de la abstracción geométrica que fue eje del sueño modernista en España.

_Entre dos continentes: abstracción geométrica española en Latinoamérica_

La omnipresencia nacional del informalismo opacó en parte el legado de los representantes de ese otro movimiento. Pero su desconocimiento internacional se debe también a que, a diferencia de sus congéneres latinoamericanos y de otros confines, los geométricos españoles desistieron en general de la construcción de este lenguaje abstracto que estuvo unido a la utopía y retornaron a la pintura figurativa y a su potencial social.

No obstante, el aporte que realizaron entre fines de los cincuenta y los primeros años de los sesenta fue notable y por ello es trascendente la revisión de su obra en lugares como Miami. La curaduría de Adolfo Wilson en Ideobox priorizó –de entre el grupo de pioneros con los cuales ha venido trabajando la galería José de la Mano- aquellos geométricos españoles que sostuvieron un diálogo con sus coetáneos al otro lado del mundo, bien fuera a través de la participación en exhibiciones o de tránsitos geográficos. Jesús de la Sota vivió un tiempo en Caracas, donde diseñó muebles. Él y José María de Labra participaron en la Bienal de Sao Paulo de 1961. Un año antes, éste último había sido parte de la exposición Arte normativo español, junto con Manuel Calvo y José Duarte, miembro del original Equipo 57 que aproximaba el arte al diseño en su sentido más humanista y desafiaba la autoría.

Pero a diferencia de los MADI o de los miembros del Arte Concreto Invención, que rechazaron radicalmente cualquier asomo de representatividad, los españoles conservaron ciertos vínculos con la realidad. Las Sillas de Jesús de la Sota son así obras de impecable composición geométrica que integran sus líneas y estructura a los planos que se duplican, y que refieren a la perseguida integración de las artes.

Entre las piezas expuestas de José María de Labra está Odysseus - Odiseo, 1958, con rasgos cubistas que descomponen la figura del héroe ciego, pero también una bella obra sin título en acuarela sobre papel kraft con vibraciones visuales creadas por el juego de alternancia y ritmo de las franjas negras –variables en número y espaciado- sobre el papel neutro.

Igualmente, varias obras incluidas aluden a ciudades, aunque su solución formal tenga un rigor y lenguaje colindante con la aspiración a una invención concreta. De la Sota depura la función representativa y desemboca en lo abstracto como revelación de la esencia. Las líneas que trazan estructuras concatenadas de formas geométricas en lo alto del horizonte sintetizan uno de los dibujos inspirados en la ciudad de Fuengirola. En otra pieza, los trazos del contorno de edificaciones son apenas visibles, mientras detalles como vanos y ventanas o intersticios forman atrayentes figuras geométricas negras.

En 1958, el mismo año en que De la Sota realiza Fuengirola, Labra, arquitecto de formación, sintetiza la visión del municipio que tiene en su arquitectura rastros de las sucesivas colonizaciones de romanos, bizantinos, visigodos, y árabes. El magnífico vinilo sobre tablex unifica la urbe construida y el horizonte con grises opalescentes, transparencias, y dos paralelepípedos en negro y blanco.

De igual modo, Manuel Calvo hace el acrílico sobre cartulina Belo Horizonte, a modo de una ventana en donde gravita, sobre un horizonte azul, uno de sus círculos negros abiertos que incorporan juegos perceptivos. También en Granada predomina lo abstracto: acrílicos en intenso amarillo y marrón alternan los conceptos de fondo y forma. Su búsqueda prioriza las tensiones de la forma en el espacio. En él y en Duarte, vemos aparecer la curvatura de líneas que aproxima lo geométrico a lo orgánico, y un sentido lúdico en los juegos de planos y formas repetidas.

La exhibición nos sitúa ante un diálogo inconcluso que estos artistas iniciaron medio siglo atrás y activa la intervención de los espectadores del presente en la relectura de la historia de la abstracción geométrica.