REVIEWS - MÓNICA VAN ASPEREN
Fernando Pradilla, Madrid
Por
De Benito Fernández, Álvaro
Para Mónica van Asperen (Buenos Aires, Argentina, 1962), el cuerpo es la superficie esencial en la que deben intervenir el resto de lenguajes artísticos. Partiendo de la superficie desnuda, como ya viene experimentando desde sus comienzos, los rostros se ocultan circunstancialmente bajo elementos hinchables que anulan cualquier expresividad de la faz. No interesa la identidad exclusiva del individuo; interesa lo que transmite el conjunto. La artista argentina imprime cierto ritmo de representación coreográfica en su obra y de los juegos ejecutados por los inesperados actores nace la arquitectura como principal agente, interrelacionada con un lenguaje cercano a lo escultórico. Estas circunstancias dan pie a la construcción de imágenes en las que el protagonista, colectivo o individuo, desarrolla diversos actos, impedidos por las características de materiales de carácter volátil y frágil que les rodean. De estas secuencias podemos presumir el desenlace de la acción representada: existe un diálogo gestual que lo permite. |