BUENOS AIRES - EL MUSEO MODERNO PRESENTA ALBERTO GRECO: ¡QUÉ GRANDE SOS!
Esta exposición es el resultado de una de las investigaciones más importantes que haya realizado el Museo Moderno, con la que apuesta a honrar y compartir el enorme legado de Alberto Greco con la sociedad.
Desde el comienzo de su gestión como directora de este museo, Victoria Noorthoorn anheló presentar una exposición que, desde una perspectiva autoral y desde el Sur, ofreciera al público un Greco vivo y presente. Así fue que se produjo una fuerte sinergia grupal entre la investigación desarrollada por Marcelo E. Pacheco y María Amalia García, que se materializó en 2016 con el libro homónimo Alberto Greco: ¡Qué grande sos!, y la incorporación de Javier Villa, curador senior del Museo, al grupo de curadores, junto con los museógrafos Daniela Thomas y Felipe Tassara, radicados en San Pablo, e Iván Rösler, desde el Museo. “Bajo la mirada de este gran equipo, la sala del museo deviene escenario; las pinturas y los dibujos se liberan de la noción de fetiche y contribuyen a presentar a Greco en movimiento, inaugurando una nueva forma de acercar su vida y su obra a los jóvenes que no lo conocieron”, sostiene Noorthoorn.
Como una de las figuras catalizadoras del arte contemporáneo en la Argentina, Alberto Greco (Buenos Aires, 1931 – Barcelona, 1965) fue un artista central en las rápidas transformaciones que se produjeron en el pasaje de la pintura informalista al objeto y a la acción, por lo que generó una gran apertura del horizonte artístico para todas las décadas que le sucedieron.
En esta puesta que exhibirá más de 100 piezas centrales del legado de Alberto Greco, se incluye una selección de sus obras, reconstrucciones de archivo y “episodios ciegos”. Para estas últimas obras u acciones claves del desarrollo artístico de Greco que solo han permanecido en la memoria de testigos y de las que no existe registro visual, el equipo grequista del Moderno convocó a muy diversos artistas contemporáneos argentinos a recrearlos mediante obras y acciones que incluimos en la muestra con la intención de mostrar un Greco vivo y aún presente en nuestra comunidad cultural. Los artistas participantes son: Joaquín Aras, Guillermina Etkin, Sebastián Gordín, Daniel Leber, Agustina Muñoz y Paula Pellejero.
Alberto Greco fue un artista irreverente y mordaz que cuestionó los mandatos sociales y las convenciones culturales. En menos de diez años revolucionó el mundo del arte al desarmar las lógicas imperantes hasta entonces. Desbordó los límites del cuadro y expandió las fronteras del arte al reconquistar el espacio público. Con la idea de refundar la realidad como una aventura que merecía ser percibida nuevamente, comenzó a señalar a las personas rodeándolas con un círculo de tiza y a firmarlas como obras de arte; a este tipo de acciones las llamó “vivo-ditos”. Así, Greco transformó las más diversas situaciones urbanas y rurales en nuevos soportes de experimentación y amplió la circulación de lo artístico a nuevos públicos.
A través de la experimentación constante, Greco buscó desjerarquizar el arte, disolverlo en la realidad y fusionarlo con la vida. Desde la Exposición rodante de arte argentino, en 1960, en la que exhibió pinturas y esculturas en las plazas de pueblos cuyanos, hasta la rifa de obras que organizó en los lockers de la estación central de Nueva York, en 1965, Greco fue un artista nómade que con su movimiento generó comunidad. Durante su corta vida, participó de las escenas culturales de San Pablo, París, Roma, Madrid, Nueva York y Barcelona, además de Buenos Aires. Si bien estuvo inmerso en un panorama cosmopolita e internacional, nunca dejó de lado el impacto que tuvo la cultura argentina en su pensamiento; el tango y las costumbres populares recorren su producción.