EL REINA SOFÍA INAUGURA “DISONATA. ARTE EN SONIDO HASTA 1980”

La exposición, basada en un proyecto original de Guy Schraenen, analiza una de las facetas menos conocidas de las artes plásticas: el desarrollo del sonido como campo creativo diferenciado de la música, desde principios hasta finales del siglo XX.

EL REINA SOFÍA INAUGURA “DISONATA. ARTE EN SONIDO HASTA 1980”

Disonata se inscribe en una programación diseñada por el Museo Reina Sofía para poner en común las interconexiones entre arte y sonido: cómo éste irrumpe en las artes plásticas y de qué manera lo abordan distintos artistas de diferentes épocas. La exposición constituye así una pieza más en esa especie de universo dedicado al arte sonoro que el Museo ha compuesto dando una visión de conjunto global; Distintas manifestaciones que conforman un todo que hará entender mejor al público las relaciones entre lo que hay de visual y auditivo en el arte.

 

En esta muestra en particular, que cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid, el espectador encontrará cerca de doscientas obras: grabaciones, pinturas, instrumentos, esculturas, partituras, maquetas, manifiestos, fotografías y películas que descubren una cara diferente del arte, que arrancó con las vanguardias históricas del futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, y en la que destacan obras de artistas como Elena AsinsUlises CarriónMarcel DuchampEsther FerrerJean Tinguely o John Cage, de Fluxus, entre otros.

 

De esta forma se recupera el trabajo de una serie de pioneros que se adentraron en terrenos inexplorados de los fenómenos y procesos sonoros, antaño de dominio exclusivo de los músicos. La fuerza impulsora de esta transformación fueron los artistas visuales, pero también participaron poetas y músicos visionarios, incluso arquitectos e ingenieros, que favorecieron una serie de experimentos acústicos revolucionarios que desbordaron las categorías predefinidas del arte moderno y contemporáneo.

El recorrido de la exposición pone de relieve de forma cronológica diferentes momentos cruciales de este proceso: desde la experiencia futurista de construir instrumentos para entonar ruidos; los experimentos espaciales, musicales y multimedia en los años 50, como el Pabellón de la compañía Philips en la Exposición Universal de Bruselas de 1958, con contribuciones de Iannis Xenakis y Edgar Varèse, y todo ello bajo la dirección de Le Corbusier (autor del espectáculo Poema electrónico del interior); la fascinación de los artistas visuales por el magnetófono en los años centrales del siglo XX; las aportaciones del movimiento Fluxus o el grupo español Zaj hasta llegar a las escenas pospunk en los años 80.