Estrategias de la nostalgia en Art Positions

Por Adriana Herrera

Uno de los sectores más sorprendentes de Art Basel Miami Beach 2011, y en el que tuvo un protagonismo sin precedentes la presencia del arte latinoamericano fue Art Positions. Instalado esta vez al interior de la feria, reunió 16 galerías jóvenes con proyectos individuales de artistas emergentes, provenientes de nueve países, entre éstos Brasil, Perú, México y Colombia.

Estrategias de la nostalgia en Art Positions

Lúdica, ironía y diversos modos de nostalgia se advierten en las prácticas que a veces intentan (pero más a menudo abandonan) reconfiguraciones del mundo, en el que algunos artistas parecen observar con desapego los signos de la “catástrofe”. Palabra escrita en una pieza de Emily Sundbland.
La brasileña Rosana Ricaldi (Baró Galeria) partió de las Ciudades invisibles de Calvino para sugerir nuevos mapas que mezclan la imagen familiar de los continentes con ubicaciones geográficas desconocidas, como si el arte tuviera el poder de provocar configuraciones alternas del mundo.
Icaro Zorbar (Casas Riegner) reunió viejas tecnologías de comunicación con evocaciones nostálgicas e intervenciones en composiciones musicales de Arvo Part que sugieren tanto una re-visitación emocional de espacios interiores entrañables como la consciencia de la condición pasajera de momentos históricos. La presencia del fin –como el título de la pieza Algún día te diremos adiós- es siempre un contrapunto en una obra que toca poéticamente recuerdos colectivos ligados a la propia biografía y los retorna al presente en delicados e inusuales mecanismos para atrapar lo ya ido.
Esa suerte de distanciamiento crítico-lúdico (que funciona como apertura necesaria para las reconfiguraciones) opera también sobre la historia. El mexicano Jorge Satorre (Labor) parte de una investigación del historiador Carlo Ginzburg, sobre la vida de un molinero acusado ante la inquisición por su visión no convencional. Recreó con dibujos, ilustraciones y documentos, los testimonios contra quien vivió 15 años bajo juicio antes de ser condenado a muerte. Es una nostalgia de signo contrario: horror ante el pasado y reivindicación de sus víctimas.
La evocación del pasado está también presente en el trabajo de Jessica Warboys (Gaudel de Stampa) que reúne fotografías encontradas y una memoria no publicada de una bailariana surrealista, poco conocida, Hélène Vanel, como punto de partida para la filmación del performance 'Cyan Sun'. La nostalgia supone también el traer a primer plano las creaciones culturales conectadas no sólo al pasado sino a culturas opacadas por las hegemonías. La mirada a lo relegado supone en Theaster Gates (Kavi Gupta) el iluminar diapositivas ubicadas en el techo de dos pasajes con imágenes de obras de alfareros americanos, como una estética subvalorada que contribuyó al arte americano.
Por otra parte, la reactivación del potencial socialmente transformador del arte se evidencia en César Puno (Galería Lucía de la Puente) y Paulo Nazareth (Mendes Wood), quienes insertan en espacios sofisticados expositivos (como ABMB) prácticas y estéticas que pertenecen a las zonas marginales de Latinoamérica. En lugar de entrar un urinal o un coyote a la feria, el primero inserta fragmentos de casas en ruinas o habitaciones paupérrimas para exponer su propuesta PunoMoCa, que plantea reusarlas como sitios de exhibición. Son modos de acercar el arte contemporáneo a los estratos negados de la sociedad. Por su parte, Nazareth entró una camioneta Volkswagen de los setenta repleta de bananas verdes que fueron madurando mientras las ofrecía con los pies descalzos y llenos de polvo, y el atuendo popular de cualquier vendedor, con un cartel colgado al cuello anunciando su exotismo, y la posibilidad de fotografiarlo. El performance funciona como espejo de la marginalidad en el continente, de los estereotipos que lo circundan y confronta al coleccionista con las nociones de valor y sofisticación impuestas por el mercado de arte. Por supuesto: es el vendedor de frutas mejor pago de Latinoamérica.
La estrategia del viaje ligada a los rastros de un espectáculo como el circo lleno de asociaciones emotivas y de un particular modo de observación de las relaciones entre el reino humano y animal está presente en los trabajos presentados por Sven Johne (Klemm's) quien viajó miles de kilómetros en la Alemania del este siguiendo los residuos dejados por el paso del circo. En lugar de captar el espectáculo, se concentra en lo que queda después de éste incluyendo las descripciones de los niños o de la prensa local. La obra incluye materiales fílmicos, fotográficos y textos, una documentación de fuerte poder emocional: capta la sensación que deja el circo una vez se ha marchado. De modo paralelo presentó una conmovedora serie de animales salvajes captados en el inofensivo momento del sueño.
Otro tipo de indagaciones son las provocaciones a la mirada y a su relación con las obras en el espacio. Clarissa Rodriguez (Karma International), la artista, escritora y galerista neoyorquina de ascendencia que conformó Reena Spaulings Fine Art, con Emily Sundblad y John Kelsey y bajo esta personalidad artística colectiva tuvo una exhibición individual en Galerie Chantal Crousel en 2008 Courbet Your Enthusiasm. Para Art Positions construyó una estrategia espacial: una losa de mármol situada en el centro del stand con espacio que apenas permite circular entre la pared y la obra, alterando no sólo las dimensiones habituales, sino el modo de relación con el espectador. La incomodidad supone un reto para la mirada. El trabajo de Alexandra Bircken, un ensamblaje con cuerda, hilo o nylon suspendido o recubriendo materiales como madera, hierro y acero interrogan los límites entre instalación y escultura.
Varias obras son visitaciones del modernismo: Otavio Schipper (Anita Schwartz Galeria), residente en Brasil hace una instalación acústica con diapasones suspendidos con cables de acero que evoca el tipo de relación que estableció un Bruce Nauman con las composiciones atonales de John Cage. Francesca Minini (Mandla Reuter) mezcla referencias arquitectónicas y fílmicas jugando con lo que anunciaron los Apocalípticos: el fin de la alta cultura y su fusión con lo masivo. La argentina Analia Saban (Thomas Solomon Gallery) usa medios pictóricos para crear pequeñas obras tridimensionales que desestabilizan la frontera entre objetos cotidianos y representación como en los inicios del arte conceptual. Con una práctica que dialoga con la estrecha relación del constructivismo con los libros-objetos, el mexicano Marco Rountree (Travesía Cuatro) presentó libros doblados de tal modo que construye objetos cilíndricos desplegados en módulos de madera. La función de la lectura de los textos se ve suplantada por la contemplación y el gozo estético formal. En las pinturas de otra de las artistas de Rena Spaulings, Emily Sundblad (Algus Greenspon, New York), hay rastros neo-expresionistas, pero lejos de la visceralidad que tuvieron en los 80´s los realiza desde el irónico gesto de ese modo de desapego mental, que consiste en saber que la relación entre el arte y el mundo es una cuerda floja, que se cruza con una conciencia abierta del simulacro.
Cinthia Marcelle (Silvia Cintra + Box4), que en algunos de sus trabajos aborda el impacto ambiental, instaló maleza creciendo sobre un muro de ladrillos, en una obra que evoca las reflexiones de Alejo Carpentier sobre la naturaleza del trópico donde la naturaleza no se deja domeñar por la cultura: las plantas brotan entre las construcciones. Pero el gesto de instaurar su Reserva utópica en la feria también hace eco de esa misma consciencia del simulacro en donde lo que crece es la nostalgia.