MADRID - LA REAPERTURA DE GALERÍA ELBA BENÍTEZ CON LA MUESTRA “PALABRAS VACÍAS”

La galería cuenta con todas las garantías sanitarias para la protección de empleados y visitantes a través del cumplimiento de las normas y protocolos sanitarios establecidos por las autoridades pertinentes.

Ignasi Aballí

Palabras vacías

 “Y, sin embargo, nada ha cambiado excepto lo que es

Irreal, como si nada hubiera cambiado en absoluto”

Wallace Stevens, As You Leave the Room

Un aspecto notable de los 35 años de la práctica artística de Ignasi Aballí ha sido su capacidad para evolucionar continuamente a través de cambios y renovaciones de estilo, formato y materiales, manteniéndose al mismo tiempo constante en ciertas preocupaciones centrales y duraderas de su trabajo. Estas incluyen la búsqueda de maneras de llevar los impulsos de un pintor al proceso de creación de imágenes sin recurrir al acto de pintar o a la pintura en sí; la incorporación de materiales no convencionales importados directamente del mundo "real" al objeto artístico; el hábil manejo de la poética de la ausencia, la fugacidad y lo efímero; y el abrazo a la inestabilidad oscilatoria que une el lenguaje y la imagen. Todo esto es evidente, una vez más, en la actual exposición de Aballí en la Galería Elba Benítez.

Titulada Palabras vacías, la muestra consta de dos instalaciones separadas que recubren todas las paredes de los espacios expositivos de la galería. La instalación homónima Palabras vacías (2020) se compone de una línea continua de 27 plantillas metálicas que perfilan palabras que se refieren de alguna manera a estados de ausencia o inexistencia, como inadvertido, oculto, invisible, borrado, eliminado, robado, inconcebible. Las plantillas, al delinear los bordes exteriores de las letras, pueden verse como "contenedores" de las palabras o, más bien, de los espacios negativos que comunican el contenido semántico de las palabras. La ausencia comunica ausencia; la imagen (en la medida en que hay una) "falta" y, al mismo tiempo, está presente. Además, al igual que las plantillas individuales delimitan los bordes de las palabras, la línea continua que configuran las mismas demarca los bordes del espacio expositivo en sí, delimitando su "significado" al delinear su perímetro. Así, Palabras vacías refracta simultáneamente en múltiples niveles operativos de comunicación visual y verbal, mientras destila y mezcla eficazmente las constantes preocupaciones de Aballí.

La otra instalación de la muestra, Línea roja (2020), se presenta asimismo como una especie de friso que envuelve el espacio de la galería. El trabajo se compone de varios recortes de periódico en los que se ha impreso el color rojo. Los tonos de rojo varían de recorte a recorte y los recortes en sí son de una variedad de formas y tamaños diferentes. Sin embargo, están unidos en una secuencia continua, formando un rojo ininterrumpido pero no uniforme que ejerce una presencia visual llamativa a lo largo de las paredes de la galería. Además, hay palabras impresas en el reverso de los recortes, palabras invertidas que se pueden detectar pero no leer fácilmente tras ese "velo" rojo. Una línea roja es una metáfora potente y universal, que implica prohibición, advertencia o alarma; sin embargo, en Línea roja el poder de la metáfora se traslada a un territorio más incierto, lo que le otorga al trabajo una mayor y cambiada complejidad. La combinación aparentemente simple pero magistral de complejidad, profundidad y delicadeza manifestada en la exposición Línea roja es característica de toda la obra de Aballí, mientras que, en otro nivel, la vinculación de elementos modulares pero sutilmente diferentes en secuencias ininterrumpidas en las obras expuestas podría ser “leída” como un emblema de la constancia y el cambio de la práctica que las ha producido. - George Stolz

Formado como pintor, Ignasi Aballí (1958, Barcelona) crea obras de diversos formatos incluyendo piezas basadas en el lenguaje, esculturas de orientación conceptual, pinturas, fotografías y vídeos. Aunque arraigado en las prácticas del arte conceptual, el trabajo de Aballí no rehúye del poder del objeto, sino que más bien destaca por su delicado manejo del color y el material.

San Lorenzo, 11. 28004 Madrid 

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Imagen de portada: instalación conmemorativa del 30º aniversario de la galería