DUDA, ENGAÑO Y VERDAD. LA FOTOGRAFÍA DE JOAN FONTCUBERTA

Por Francisco Fileccia | febrero 02, 2021

La mentira como instinto natural de la fotografía.

Leonov, Nikolayev, Istochnikov, Rozhdestvensky, Beregovoi y Shatalov. Sputnik (1997) de Joan Fontcuberta

El engaño y, a través de la duda, la veracidad. La temática que desarrolla principalmente Joan Fontcuberta (24 de febrero de 1955, Barcelona), tanto en su obra artística como en sus ensayos, es un cuestionamiento hacia la veracidad de la fotografía.

Fontcuberta, docente universitario, ensayista, crítico y promotor de la fotografía, experimenta su niñez y adolescencia entre el estudio gráfico y el laboratorio fotográfico de la agencia de publicidad de su padre y leyendo historietas gráficas como “Hazañas Bélicas” (1). Esto último habrá sido lo que excitó su acecho a investigar la sinceridad de las cosas y lo primero, la justificación por la cual expresó sus planteamientos a través de la fotografía.

Ya en su adultez, en España, en un clima político cargado de represión, autoritarismo, propaganda y censura, estudió Ciencias de la Información. En ese contexto crece su interés en el valor pedagógico y el activismo en la política que lo acompañará a lo largo de toda su carrera teniendo su primera exposición en una galería de arte a la temprana edad de 17 años.

La historia del cosmonauta Ivan Istochnikov y la Odisea del Soyus 2.

URSS y Estados Unidos. Carrera espacial. ¿Quién dominará el espacio? El 26 de Octubre de 1968 un meteorito impacta con la nave espacial soviética Soyus 2. De acuerdo a fuentes oficiales, esa nave era tripulada de manera remota sin ningún tripulante a bordo a excepción de la perra Kloka. Información reservada, más tarde desclasificada, revela que la nave era piloteada por el cosmonauta Ivan Istochnikov.

El nombre de este último personaje, es nada más ni nada menos, que la traducción literal en ruso de Joan Fontcuberta. Istochnikov, personaje inventado al que también le presta su rostro en esta historia de imágenes entremezcladas de documentos manipulados, ficciones y realidades. Sputnik, quizás el trabajo más célebre del artista, explicita con qué facilidad los medios son capaces de manipularnos.

A no dejarse llevar tan fácilmente, el fin del trabajo de Fontcuberta no es el engaño. Sino el desentrañamiento de los mecanismos ocultos en el manejo de información. Mediante parodias, el autor busca activar la ilusión del espectador al interponerlo contra palimpsestos de intervención fotográfica.

Elementos como la verdad son sustanciales en su producción artística. Los trabajos de Fontcuberta son un perfecto ejemplo del traspaso de la fotografía como documento-mensaje (espectador pasivo) a documento-conversación (espectador activo).

En tiempos de Fake News y Posverdad, Fontcuberta nos invita desde los comienzos de su carrera a desconfiar de las imágenes y apelar a una conciencia crítica. Nos comparte de su personalidad, su escepticismo, a sospechar de lo preestablecido. Para él, la imagen tanto como la escritura son ficción por naturaleza. Tienen como tarea ser la representación comprensible de una realidad. Posiblemente no haya mejor ejemplo de crítica de la fotografía como evidencia de lo real, que la obra del artista catalán, Joan Fontcuberta.

Entre las fuentes que nutrieron este artículo se encuentra esta imperdible entrevista de la periodista cultural argentina María Paula Zacharías a Joan Fontcuberta en el contexto de la feria BAphoto del año pasado.

LiveTalks es un ciclo de entrevistas a artistas, coleccionistas y agentes del arte producido por el grupo Pinta. Esta y muchas más se encuentran disponibles en su canal de YouTube.

(1) Hazañas Bélicas fue una serie de historietas bélicas creada por Boixcar en 1948