GEOMÉTRICO E INTUITIVO, ARTISTA DE CORAZÓN - IVAN SERPA - LA EXPRESIÓN DEL HORMIGÓN
Cuatro figuras humanas entrelazadas en posiciones no lineales, orgánicamente y cromáticamente unidas, y aún juntas de un pájaro. El óleo de considerable escala - 1 x 1,50 m - Beijo (1966) puede resumir el impresionante panorama que el Centro Cultural Banco do Brasil de São Paulo (CCBB-SP) dedica a Ivan Serpa, artista destacado del movimiento constructivista brasileño y, al mismo tiempo, autor de algunos de los principales registros pictóricos afiliados al expresionismo en el país.
Fallecido a temprana edad (1923-1973), cuando aún tenía mucho que aportar al corpus del arte brasileño, el artista carioca tiene en esta pintura gran parte de la multiplicidad de caminos que ha recorrido en su trayectoria. Con un fondo sobrio a la manera de los concretos, la figuración de la pareja descompuesta en niveles y ondas relacionadas con una geometría más sensible y menos esquemática, el uso más libre del color y la rareza de su exposición (la obra pertenece a la familia del artista y se muestra solo en exposiciones más amplias); todos son factores que hacen de la retrospectiva de unas 200 piezas una visita casi obligatoria dentro del circuito de artes visuales de la ciudad.
Beijo está flanqueado por otro hallazgo en el recorte, Nossa Senhora (1966), un óleo de 1,16 x 0,9 m que yuxtapone líneas curvas de las figuras humanas más centrales de la composición, con énfasis en verde y azul, asentadas sobre un fondo en el que las líneas ocres y rojizas dan un cierto orden a la configuración. Es otra rareza expuesta, procedente de una colección privada.
Son dos obras que dan fe de la singular producción de Serpa, cuyas principales fases se presentan ahora en la institución ubicada en el Centro de SP. A través de las estrechas salas de exposiciones del centro -un antiguo banco de características históricos que se ha convertido en un espacio cultural y tiene claras limitaciones físicas-, es posible tener una idea de la libertad creativa del artista, que, además de las facetas ya destacadas, también abrazó ideas de abstraccionismo, op art, experimentalismo de los 70 y la intimidad del arte erótico, entre otros aspectos.
Además de la investigación de los curadores, que obtuvieron préstamos de buenas colecciones nacionales, la disponibilidad de los herederos, al parecer, podría dar al recorte la sorpresa de obras menos vistas y la extensión del programa propuesto por Ferreira y Lontra. Si bien no están presentes obras icónicas del artista, como Rhythmic Strips (1953), de la Colección Adolpho Leirner (hoy en el Museo de Bellas Artes de Houston, EE. UU.), existen buenas piezas constructivas --y otras menos conocidas-- como Livro Barcelona (c. 1959), Pantalla constructivista (1952) y Cuadrados con ritmos resultantes (c. 1953).
Y la faceta expresionista, tan celebrada al recordar el legado del artista, se exhibe en una sala con una expografía más dramática que el resto, por obvias razones. Antiguamente llamada la Fase Negra y hoy más conocida como Crepúsculo, es un conmovedor grito de indignación por los horrores perpetrados por el hombre y protagonizados por Serpa en 1964, año en que se inició el régimen militar en Brasil. Los grandes óleos y dibujos se convertirían en un referente de la corriente brasileña, al lado de la soledad gráfica de Goeldi (1895-1961), los horrores de la guerra de Segall (1889-1957) y la serie de Flávio de Carvalho (1899- 1973) retratando a la madre en fines de vida.
Sin embargo, The Expression of Concrete puede terminar en una clave más solar. En los pisos superiores de la institución paulista, es posible tener contacto con los últimos trabajos de Serpa, entre finales de los 60 y principios de la década siguiente. Las series Mangueira, Amazônica y Geomântica parecen dar fe de las inquietudes formales que siempre han acompañado al artista, pero esta vez al servicio de un cromatismo más fresco y abierto. En las pantallas continúa la disciplina de los elementos bien ordenados, pero las relaciones plástico-visuales parecen estar guiadas por una gran libertad y por un carácter más sensorial.
Profesor de muchos artistas, profesional que se alejó de los folletos dogmáticos de algunos de los grupos de la época, este cierre cumple con elogios la vena siempre experimental que estuvo con Ivan Serpa a lo largo de su recorrido. Un soplo de aire fresco en nuestros días inciertos.
Ivan Serpa – La expresión del hormingón
Curadores: Hélio Ferreira and Marcus Lontra
Hasta el 12 de abril
Centro Cultural Banco do Brasil SP