SANTIAGO YAHUARCANI: MEMORIA VIVA DEL CLAN ÁIMENI EN NUEVA YORK
La exposición del artista uitoto, entrelaza territorio, técnica y espiritualidad en un diálogo de historia y resistencia.
La galería CRISIS, en colaboración con Stephen Friedman Gallery, presenta la primera exposición individual en Nueva York de Santiago Yahuarcani: Flight of the White Heron Clan. La muestra reúne un conjunto de obras recientes del artista uitoto que, según el curador y escritor Horacio Ramos Cerna, “consolidan décadas de experimentación y cuidado, introduciendo al público neoyorquino una práctica viva en la que técnica, territorio y memoria dialogan con urgencia con el presente”.
Yahuarcani (n. 1960, Pucaurquillo, Perú) pertenece al clan Áimeni de la nación Uitoto. Su trabajo combina pintura, narración oral y saberes ancestrales transmitidos por su madre y su abuelo, Martha y Gregorio López. Desde los años ochenta pinta sobre llanchama, una tela de corteza que él mismo recolecta y prepara, transformando este soporte en un “contraarchivo de memoria y reparación”, como escribe Ramos Cerna.
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Santiago Yahuarcani. Courtesy of Stephen Friedman Gallery
Las historias que atraviesan su obra recuperan episodios de violencia sufridos por los pueblos amazónicos, como la esclavitud y el genocidio perpetrados por los caucheros en el siglo XX, y a la vez celebran la resistencia espiritual de las comunidades indígenas. En piezas como La savia que se transformó en llanto de sangre (2025) o La selva está moribunda (2019), Yahuarcani evoca la devastación ambiental y humana sin centrarse en los perpetradores: sus figuras espirituales y mitológicas registran la pérdida pero también la continuidad de la vida.
La dimensión ritual de su práctica se hace visible en obras como El vuelo del bamco (2023), donde un chamán se transforma en águila en un proceso de metamorfosis inspirado en las visiones que su madre, curandera, asociaba al consumo de ampiri (una pasta a base de tabaco). En la cultura uitoto, esta sustancia guía los relatos de origen y el acto de contar historias dentro de la maloca, la casa comunal.
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Santiago Yahuarcani. La savia que se transformó en llanto de sangre, 2025. Natural dyes and acrylic on llancha, 320 x 118 cm. Courtesy of Stephen Friedman Gallery
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Santiago Yahuarcani. Rollim+e. Dueño del invierno, 2025. Natural dyes, acrylic on llanchama, 118 x 186 cm. Courtesy of Stephen Friedman Gallery
Cada elemento de la pintura de Yahuarcani mantiene un vínculo directo con el territorio: aplica el color con ramas talladas a mano y utiliza pigmentos naturales extraídos de plantas locales —como el guisador (Curcuma longa) o el achiote (Bixa orellana)—. Para el artista, la técnica y el material “nunca son meramente formales; sostienen un diálogo vivo con la naturaleza y las prácticas culturales que de ella emergen”.
El soporte de llanchama, central en su obra, conserva huellas visibles del proceso manual: agujeros, rugosidades, tramas que recuerdan que la pintura occidental representa solo un capítulo dentro de una larga historia indígena de trabajo con la fibra. “La llanchama no es un simple soporte: es una colaboradora viva”, escribe Ramos Cerna, subrayando el carácter orgánico de la práctica del artista.
Yahuarcani, cuya obra forma parte de colecciones como las del MoMA, Tate y Reina Sofía, continúa así consolidando una trayectoria que entrelaza memoria, territorio y arte contemporáneo desde una mirada profundamente amazónica.
La exposición puede visitarse desde el 14 de noviembre hasta el 17 de enero de 2026 en Stephen Friedman Gallery, 54 Franklin Street, Nueva York.

