CINCO DÉCADAS EN ESPIRAL DE MAGALI LARA EN EL MUAC

A través de la idea de una espiral interminable, esta exposición se presenta en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) como una retrospectiva inversa de la artista Magali Lara (Ciudad de México, 1956), desde dos murales realizados especialmente para esta muestra y hasta sus primeros dibujos de las décadas de 1980 y 1970.

CINCO DÉCADAS EN ESPIRAL DE MAGALI LARA EN EL MUAC

Cinco décadas en espiral revisa la búsqueda artística y espacial de Lara a lo largo de su producción y la forma en la que genera un lugar formal y plástico, pero también afectivo, para crear un territorio propio. Como artista feminista, su obra ofrece imágenes y relatos acerca de la reciprocidad entre seres y sensaciones, estados y emociones, sentimientos y gestos materiales, en una expresión intimista transferida al diálogo entre objetos, trazos y pigmentos.

 

Si bien participó en las prácticas colectivas de los años 1970, su producción se ha centrado en la creación de un lenguaje visual propio, reconocible por el valor que tiene la expresividad de sus líneas, el modo en que la escritura se introduce en la representación de espacios y objetos y por la forma en que sus alusiones al mundo vegetal o corporal le permiten explorar con delicadeza y humor los vaivenes eróticos y existenciales de la experiencia femenina contemporánea.

Los diferentes espacios de la muestra funcionan como un universo de negociación entre medios, formas y cromatismos en los que Lara ahonda en su experimentación y transgresión de los límites plásticos y conceptuales. Más allá de un ejercicio de traducción de soportes, la artista hilvana las posibilidades expresivas de cada formato y sus acercamientos táctiles: desde la sutileza y linealidad de los dibujos hasta la pincelada y densidad de la pintura, pasando por el gramaje de los gobelinos y tapices, la secuencia y composición de los libros de artista, la inmediatez e intervención de la fotografía y el fotostato o, también, el acabado de la cerámica y  la narración de las animaciones en la pantalla como lienzo, donde el sonido es un nuevo agente protagonista.

 

Desde el inicio de su trabajo, Lara se ha interesado por la noción del espacio opuesto, el remanente que subyace en ausencia. Su investigación ha abordado de qué manera significar el blanco del lienzo y del papel y cómo denotar las pausas y los silencios imperceptibles entre pinceladas y gestos, así como los vacíos minúsculos que sobresalen entre palabras e imágenes. De este modo, su experimentación artística es la exploración de un lugar que nunca concluye, que se prolonga en espiral, esbozando un rastro en negativo que se abre y amplía hacia otras narrativas.