LO CONTEMPORÁNEO SOBRE EL SIGNO, LA PIEDRA Y EL TIEMPO, EN CANTABRIA
El Centro de Arte Rupestre de Cantabria ‘Alberto I de Mónaco’ de Puente Viesgo acoge su primera exposición de arte contemporáneo.
En un entorno tan privilegiado como es Puente Viesgo, entre la naturaleza y la historia humana, la muestra Tiempo y profundidad de María Villacorta (Arce, Cantabria, 1991) permite al público estar en una sincronía entre pasado y presente a través de una serie de piezas realizadas principalmente con hierro reciclado - una constante en su práctica artística- y distintos tipos de papel, sobre los que la acción del tiempo actúa como un material más.
Estos elementos, tan aparentemente opuestos entre sí, se transforman en una “piel” de gran consistencia. En función de la luz, la distancia y punto de vista, se desvelan numerosos estratos, matices y texturas. Las formas a las que dan lugar d una manera azarosa, pero a la vez controlada, se asemejan a las formas más esenciales del arte prehistórico: el signo.
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María Villacorta: Tiempo y profundidad, en El Centro de Arte Rupestre de Cantabria. © Miguel de Arriba
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María Villacorta: Tiempo y profundidad, en El Centro de Arte Rupestre de Cantabria. © Miguel de Arriba
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María Villacorta: Tiempo y profundidad, en El Centro de Arte Rupestre de Cantabria
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María Villacorta: Tiempo y profundidad, en El Centro de Arte Rupestre de Cantabria
Además de las obras en papel, la artista cántabra presenta unas esculturas realizadas con metales, también reciclados, cuya intervención le da una textura lítica, como la superficie rupestre que permanece como testigo y conector en el espacio y el tiempo entre nosotros y nuestros antepasados.
Todas estas piezas remontan al origen del arte, hace más de 50.000 años, al gesto ancestral de las primeras intervenciones humanas en la superficie de las cuevas, en un ejercicio de “arqueología de la consciencia” que conecta lenguaje, naturaleza, humanidad y tiempo. Reviven aquellas sensaciones que experimentaron los primeros humanos al observar las paredes de las cuevas y elegir las más adecuadas para dar el paso y comenzar a pintar un signo, un animal o realizar un negativo de una mano. Es la información que lleva implícita en el ADN la que hace sentir al espectador una misteriosa atracción con las obras mostradas en Tiempo y profundidad, que no es sino la afinidad de reconocer de manera intuitiva a través de milenios.
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María Villacorta (Arce, Cantabria, 1991)
Para la propia artista “la exposición muestra el paisaje lítico y el paisaje antropológico: el lítico como protector, refugio, castillo defensor y testigo de guerras y erosiones. Aborda formación y la transformación de la gran roca guardiana del tiempo que escapa de toda escala humana. Este grupo de obras son el resultado de la mirada del paisaje, de su erosión por las manos esculturas y suceden en lo salvaje de la creación y de la destrucción de las civilizaciones que se asientan sobre ella sin impunidad”.
María Villacorta (Arce, Cantabria, 1991) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y la Academia de Brera de Milán, habiendo recibido la beca universitaria de la Fundación Botín. De entre sus exposiciones individuales destacan gotasaladas en el CACFM, Medium en Los Arenales o SeaLevel en Comillas. Conforma con el artista y arquitecto JL Zúñiga un estudio intergeneracional y multidisciplinar, desarrollando además proyectos de instalación, arquitectura, diseño y participación social. Juntos han realizado numerosas exposiciones y participado en residencias artísticas a nivel nacional e internacional, entre ellos, los Caminantes itinerando desde España e Italia hasta Colombia en Bienal Sur con la Fundación Pilar Brahim, o Espacio Deriva, en la COP26 y en la Universidad de Liubliana.
La exposición fue curada por la también cántabra Míriam Callejo, y fue realizada en colaboración con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.
Tiempo de profundidad permanecerá abierta hasta el 30 de noviembre en el Centro de Arte Rupestre de Cantabria Alberto I de Mónaco, Diseminado Puente Viesgo, 26, Puente Viesgo, Cantabria (España).

