LA VIRGEN DE GUADALUPE ENTRE LA ARTESANÍA Y LA ANTROPOLOGÍA DE ALINKA ECHEVERRÍA

Por Álvaro de Benito

La Fundación Casa de México en España presenta Guadalupe. La Virgen de México, un extenso programa de exposiciones y actividades alrededor de uno de los iconos nacionales más populares y con mayor carga antropológica de México. Además de conferencias y diversas proyecciones, las acciones pivotan sobre dos ejes expositivos que versan sobre lo artesanal y lo popular, por un lado, y la vertiente antropológica, por otro.

LA VIRGEN DE GUADALUPE ENTRE LA ARTESANÍA Y LA ANTROPOLOGÍA DE ALINKA ECHEVERRÍA

La entrada al espacio donde se muestran las exposiciones está presidida por la instalación Camino al Tepeyac (2010), de la antropóloga y artista Alinka Echeverría (Ciudad de México, México, 1981). La obra consta de setenta obras fotográficas en las que se recoge fotográficamente y de manera cohesionada en lo visual el peregrinaje al cerro del Tepeyac. Con esta propuesta, la mexicana analiza el impacto de la peregrinación en la devoción individual, donde esta se ve transformada en un acto comunitario, colectivo y de unión en la fe.

 

Con la mirada artística, Echeverría propone una documentación o registro de un rito que instrumentaliza el movimiento y la devoción, sublimando así la intangibilidad de la creencia y catalogándolo dentro de los principios teóricos de la performance. La connivencia de lo tangible con lo invisible parece también materializarse, precisamente, en la iconografía. Esta es, además, centro de la repetición y la serialidad que la antropóloga y artista realiza con la disposición de sus fotografías, reproduciendo el ritmo cíclico del ritual.

Guadalupe. La Virgen de México posee también la mirada de lo popular y la artesanía. La Guadalupe mexicana es el epítome del sincretismo en el que se debate el sistema de creencias mexicanas, reuniendo a la Guadalupe católica española con Tonantzin y la imagen de la mujer Apocalíptica. En la exposición, se muestran cerca de cuarenta piezas de arte que reproducen el icono y que han sido realizadas por maestros del arte popular en diversas técnicas y materiales, como el barro, la talavera, la madera, la piedra volcánica o el arte plumario.

 

Esta representación del arte popular transmite así al visitante la enorme riqueza de la cultura mexicana sin filtros. El resultado de lo prehispánico y lo indígena con las tradiciones europeas e, incluso, la influencia asiática, es evidente en cada una de las propuestas que representan ese hacer. Lo popular permite acercar de manera más fluida las tradiciones, creencias e historia, por lo que cada artesano seleccionado plasma con su obra la diversidad que ha construido, paradójicamente, cierta heterogeneidad en el imaginario colectivo de México.

 

Guadalupe. La Virgen de México puede verse hasta el 21 de septiembre en Fundación Casa de México en España, Alberto Aguilera, 20, Madrid (España).

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