LO EFÍMERO DE LAS COSAS - MARTINA SERVIO OLAVIDE EN 1+1
En su primera exhibición individual, la artista cordobesa se mueve entre y por fuera de los límites de lo que puede ser dicho, desde las palabras y más allá de ellas, junto a la curaduría de Agustina Rinaldi.
En medio de su inmenso taller, repleto de obras, materiales y un sillón de tres cuerpos contra un ventanal con una vista casi más atrapante que las incontables piezas que ocupan el espacio, Martina Servio Olavide se prepara para lo que ella considera, a menos de un mes de ser madre, dar a luz a su segundo “hijo”. Lo Efímero de las Cosas es el resultado de un proceso de trabajo conjunto entre la artista y Agustina Rinaldi, su curadora, que llevó casi 9 meses, es decir, un período de gestación atrás del otro. Y no es para menos, ya que esta exhibición cuenta con más de un centenar de piezas, incluyendo principalmente pinturas, pero además grabados, videoperformance, esculturas, instalaciones, y hasta un libro, que en el contexto de Lo Efímero funciona como un punto de entrada y conexión a la muestra y lo que puede verse dentro de ella.
Para la artista, la pérdida de casi la totalidad de su obra en un incendio también fue parte del impulso que la hizo embarcarse en este proceso junto a la curadora, volviendo la producción de su obra en una combinación de cuidadoso ritual e inercia intencional, manteniéndose en un constante estado de creación, en el que el proceso nunca deja de estar vivo. Este proceso puede tener un principio, pero su final está lejos de ser la instancia de exhibición; para Servio Olavide, las obras nunca están del todo terminadas, sino como una parte viva del work in progress que es su proceso creativo.
Es en esta profunda incertidumbre que, lejos de sentirse intimidada, la artista es capaz de concebir su obra. Esto puede verse en su relación con la forma en la que trabaja: la idea es producir, experimentar, y entre variación tras variación tras variación de un tema, un objeto, una técnica, revelar las pequeñas diferencias o detalles ocultos que solo pueden expresarse a través de esa pieza, lejos de las palabras, o quizás tan intrínsecamente unidas entre sí que se vuelven parte de lo mismo.
Es allí que, a través de su libro “La Búsqueda del Infinito por los Esclavos de la Frustración”, Servio Olavide busca usar la palabra como punto de referencia a algo más, entre lo cotidiano y lo filosófico, implementando su propia lógica a significantes y significados, tensando la relación entre uno y otro, a veces cambiando el primero para darle otro espacio al segundo. Entre esta búsqueda también se encuentra la relación con la maternidad, que aparece en su obra años antes de su propio embarazo. Se trata de un gesto quizás entre profético e inevitable, sobre todo para alguien que vive su vida creando, y donde todo puede unirse entre sí, una cinta de Moebius sin límites precisos.
Así, entre estas obras, tan dispares como pueden serlo decenas de pinturas de gran formato, cientos de pequeñas piezas de cerámica e incontables variaciones del mismo grabado, la artista nos invita a entender su mundo. Este mundo se asienta en un terreno inestable que ella recorre constantemente, el único en el que se siente cómoda, porque la obliga a seguir adelante y no quedarse quieta. Y en su obra transmite esa sensación de movimiento constante, en la que el tiempo no es más que aquello que existe entre un movimiento y el próximo, siempre incierto, pero extrañamente cómodo.
Lo Efímero de las Cosas puede visitarse desde el día jueves 24 de noviembre en Espacio 1+1 (Darwin 1357, CABA).