ENTREVISTA A LEÓN TOVAR: TRAYECTORIA Y VISIÓN DE UN DESTACADO GALERISTA
León Tovar nació en Bogotá, Colombia, y es un destacado curador, experto y coleccionista que se dedica a promover y difundir arte latinoamericano en todo el mundo. Ha sido curador de numerosas exposiciones y ha colaborado con importantes museos y galerías internacionales.
Con el enfoque puesto siempre en el arte moderno y contemporáneo, Tovar fundó su propia galería León Tovar Gallery, actualmente situada en Nueva York, donde se especializa en comercializar obras –de artistas tanto americanos como europeos y latinoamericanos– pertenecientes a coleccionistas privados, galerías y museos.
Como referente de gran influencia en el arte moderno contemporáneo, nos acerca su filosofía y reflexiones sobre el consumo de arte hoy y profundiza sobre el entorno de las ferias, qué conlleva exponer en este contexto y el cambio que se produjo en los últimos años al momento de participar de ellas.
Primera Parte - Galerías
¿Qué te inspiró a abrir una galería propia? ¿Cuál es la esencia detrás de la galería?
Abrí mi primera galería alrededor de 1991, simultáneamente con la primera feria de arte de Bogotá. Mi inspiración iba más allá de sacar artistas de Colombia al exterior, en una suerte de proceso individual se trataba de traer artistas de la línea conceptual, minimalista y geométrica de altísima relevancia internacional para el público local. La motivación fue siempre mostrar en Colombia lo más importante que estaba pasando a nivel mundial.
¿Por qué decidiste trasladar la galería a Nueva York y cómo fue el proceso con los artistas que formarían parte?
Después de nueve años exitosos en Colombia, la situación sociopolítica y de seguridad me llevaron a tomar la decisión de trasladar la galería a Nueva York. Colombia atravesaba uno de sus peores momentos a mediados de los años noventa. Además, yo ya trabajaba intermitentemente con Nueva York y siempre lo consideré un desafío.
¿Cómo estaba dado el contexto social en Nueva York al momento de instalar una galería de arte moderno latinoamericano? ¿Cómo fue recibida?
En ese momento, Estados Unidos vivía una explosión económica liderada por el gobierno de Clinton, la cual repercutía muy positivamente en la ciudad de Nueva York. La galería y su programa de modernismo latinoamericano rápidamente tuvo una magnífica aceptación y se vio reflejado en prensa positiva de revistas como ARTnews y Forbes, incluyendo New York Times e incontables medios de comunicación especializados.
¿Qué cambios observas a través del tiempo en la manera de vender arte?
Indiscutiblemente, a través de los años las ferias forman un porcentaje altísimo de las ventas anuales de una galería. Antiguamente uno participaba en una, dos o tres ferias al año, hoy en día una galería que quiera tener reconocimiento a nivel internacional necesita participar en más de 6 o 7 ferias anuales.
Por otro lado, y especialmente después de la pandemia, la venta virtual se volvió una realidad. El coleccionista, el comprador, el galerista y el comerciante aprendieron a comprar virtualmente. Hoy, es un segmento de venta de una galería muy importante que antes era impensable.
Segunda Parte - Ferias
¿En qué criterios te basas para elegir ferias donde exhibir?
Siempre miramos la calidad de la feria en nuestro segmento. Para mí es muy importante que las galerías participantes en el segmento de modernismo sean de alta calidad, indiscutible reputación y seriedad. Estos son algunos de los múltiples motivos por los cuales uno decide en qué feria participar.
Otros motivos son el cumplimiento de divulgación del programa que tenga en la galería, que la feria sea compatible con el renglón de la galería y, por último, el tipo de público que tenga la feria, ya que siempre se busca encontrar un público de alto coleccionismo y conocedor, pero también se está listo para abrir nuevos mercados en países con buen desempeño económico.
¿Qué proveen las ferias sobre otras dinámicas de exhibición o comercio?
Las ferias básicamente proveen una condensación de coleccionistas de todas partes del mundo, que acuden a un solo recinto durante tres o cuatro días para escoger lo que quieren comprar. En las exhibiciones individuales en una galería sólo se reciben personas locales o que visitan la ciudad. Además, las ferias también son una magnífica fuente de información para estar actualizados del mercado a todo nivel.
¿Cómo planeas exhibiciones en ferias?
Se hace un estudio de mercado y se selecciona qué tipo de artistas se van a promover del programa, por lo general se planea con meses de antelación y se toma en consideración la logística, los transportes, los hospedajes y todo lo que conlleva participar en una feria.
¿Te consideras un representante de tu región o de Latinoamérica cuando exhibes en ferias internacionales?
Somos vistos como un referente de corrientes/cánones y mercado de modernismo latinoamericano, lo cual nos hace estar muy orgullosos pero sin perder nuestro objetivo de estar de igual a igual con los otros mercados mundiales.
¿Notás un cambio en las ferias post-pandemia? ¿Y en el público?
Definitivamente, con algunas excepciones, las ferias se han vuelto punto de encuentro entre coleccionistas, lo cual es muy importante. Pero también he notado que, en términos generales, los programas VIP han distraído la parte comercial que es el motivo de una feria. En el 2023 hemos notado una mejoría en las ventas, lo cual nos hace mucha ilusión.
Por otro lado, los costos y la inflación global nos ha puesto a recalcular y repensar cada feria que se hace.
¿Cuál es para vos la mayor debilidad de las ferias? ¿Hay algún ingrediente en las ferias que suele faltar?
Hay varios factores importantes por los cuales las ferias incurren en debilidades. No darle la importancia que merece al cliente real que es el galerista es un error. También lo es intentar parecerse a otra feria, ya que cada feria tiene que tener su propio mundo, idiosincrasia y personalidad. Si las igualamos, los coleccionistas solo tienen necesidad de ir a una feria, porque son todas iguales. También es muy importante que los comités no dejen que las galerías repitan las mismas exhibiciones en todas las ferias, para así incentivar al coleccionismo a explorar y descubrir.
Por último, el programa VIP debe ser la feria en sí o desarrollarse en ella.