OdA LLEGA A PINTA MIAMI 2022

El compromiso de Pinta como plataforma internacional es el de dinamizar y difundir el arte moderno y contemporáneo iberoamericano, con un vínculo más fuerte que nunca con sus raíces latinoamericanas.

Las galerías se podrán visitar en la Sección Principal, incluida OdA con una propuesta colectiva de los siguientes artistas: Andrea Alkalay, Fabiana Barreda, Josefina Robirosa, Jose Marchi, Mónica Fierro, Marcela Marcuzzi y Paula Senderowicz.

Andrea Alkalay trabaja con los ciclos de cambio. Demoler y reconstruir, desconectar y reconectar. Hay una búsqueda por mantener aquello que los materiales transmiten, esas formas e influencias.

La obra de Fabiana Barreda refiere al hábitat y cómo a través de la historia, la arquitectura y los procesos morfológicos, se generan distintas formas de construir y deconstruir el hogar y el sujeto. Recreando a importantes arquitectos Le Corbusier, Niemeyer, Amancio Williams, Rem Koolhaas, Zaha Hadid y Lina Bo Bardi, entre muchos autores, construye proyectos utópicos reflexionando sobre las nuevas formas del espacio y el cuerpo.

Josefina Robirosa es un encuentro con la geometría y el cuerpo humano. En su obra, no son excluyentes entre sí ni necesitan oponerse.

“Las figuras humanas de Robirosa atraviesan sus infinitos pentagramas de color en repliegue de volúmenes: se nos presentan como complejos dobleces o plisados de una materia única y contenida y representada en la colorida sucesión de líneas”. Extracto del libro Josefina Robirosa por Rafael Cippolini.

Los protagonistas de la serie de pinturas en óleo sobre tela de Jose Marchi son niños que copia de fotografías anónimas de finales del siglo XIX y principios del XX. Ahora están inmersos en una atmósfera azul que inunda toda la superficie de la tela con excepción de algunos detalles que realiza en color pleno, desarticulando una estructura cromática homogénea para favorecer la convivencia de múltiples planos sobre un mismo soporte.

Mónica Fierro utiliza libros rescatados del olvido. Transforma minuciosamente esta materia; el papel, recortando, enrollando, plegando. Construye módulos con volumen, grandes, pequeños, de formas diversas. Se van uniendo a medida que la obra crece. El color está dado por el mismo papel; la tipografía, notas musicales, grabados, y todo lo que puede haber dentro de enciclopedias, biblias y cuentos para niños. Su obra está en permanente movimiento y mutación. Son formas danzantes de aparente liviandad que se sostienen no sólo por la cola vinílica, sino por un encastre pensado, meditado.

¿Cómo se sentiría emprender el propio viaje a través del Monte Purgatorio, sin Dante y Virgilio? ¿Cómo sería esta montaña de siete cornisas en medio del océano? ¿Habría colores de otro mundo? ¿Sería un encuentro con la Naturaleza, libre de civilización? Estas son preguntas que Marcela Marcuzzi explora en su intervención y reinterpretación de las ilustraciones de Gustave Doré (siglo XIX) de la Divina Comedia de Dante.

En Amada la mar de Paula Senderowicz se muestra una erupción de olas convulsas, con una fuerza contenida que se precipita al exterior. Si se presta atención, se podrá descubrir una mujer dando a luz con cuerpos arrasados, fundidos y entregados al erotismo. También, hay lenguas infernales que amenazan con la oscuridad, un paraíso que se muerde la cola.

“Estas imágenes podrían ser la antesala de un cataclismo, algo que recuerda aquella noción de Deleuze con la que tanto me identifico: la catástrofe afecta el acto de pintar en sí mismo”, explica la artista.