PAISAJE SOCIAL DE USOS Y CONSUMOS RESIDUALES, EN FUNDACIÓN OSDE
Por Violeta Méndez
Nada personal revela la arqueología de lo cotidiano a través del archivo, la imagen y el exceso.
El Espacio de Arte de la Fundación OSDE acoge Nada Personal, una exposición individual del artista platense Nicolás Martella. El recorrido reúne más de veinte años de producción visual organizada en siete proyectos, donde se presentan capturas de pantalla, imágenes encontradas, documentos impresos, libros y archivos digitales que atraviesan procesos de clasificación, montaje y edición. Cada pieza deja ver su propia lógica: una mezcla de saturación visual y orden obsesivo. “Parece caótico, pero es súper administrativo; el drive de Nico es una maravilla”, comentó su curador, Joaquín Barrera.
Uno de los núcleos de la muestra es Fotografías del Día de mi Cumpleaños (2013–2022). El artista compró cada 7 de junio todos los diarios de mayor tirada del país y recortó las imágenes publicadas. Aquellas 1184 fotografías furon seleccionadas y montadas como un atlas visual, y funcionan como retrato en tercera persona y posible historia política, económica y cultural del presente. En la serie, se evidencia el modo en que la información se organiza, se repite y se vuelve desecho.
El mismo cruce entre lo personal y lo colectivo se observa en Autorretratos (2012), donde Martella recopiló capturas de pantalla de los escritorios de las computadoras de sus contactos, antes incluso de que existiera el término "selfie". Cada imagen ofrece una mirada íntima —carpetas, fondos de pantalla, ventanas abiertas—, pero reunidas forman un retrato coral: una construcción colectiva de subjetividades digitales, donde lo privado se convierte en parte de un archivo común.
En paralelo, el artista presenta una serie centrada en las imágenes usadas para estudiar historia del arte —fotocopias de fotocopias que circularon en resúmenes académicos— que muestran cómo, a través de su reproducción y circulación masiva, estas imágenes terminan adquiriendo el estatus de nuevos originales. Lejos de ser simples copias degradadas, se convierten en referentes en sí mismos: son las versiones con las que muchos accedieron por primera vez a las grandes obras del arte.
Otro eje evidente de la muestra es el residuo digital, planteado con fuerza en Mis archivos recibidos (2009). La serie reúne 1507 fotografías rescatadas de computadoras públicas en cibers de La Plata, donde los usuarios solían olvidar sus imágenes descargadas. Martella no borra ni interviene nada: copia todo y lo conserva. Retratos, selfies tempranas e imágenes íntimas. Un testimonio de la democratización del acceso a la imagen en tiempos en que no todos tenían computadora en su casa.
En todos estos trabajos, Martella opera como archivista, recolector y editor. Sus obras registran las formas en que producimos, organizamos y desechamos imágenes. Lo hace con rigor y acumulación, pero también con cierta ternura por los gestos cotidianos. La pregunta por el futuro del archivo, su forma, su escala y su sentido, recorre toda la exposición.
La muestra se podrá visitar hasta el 30 de agosto en el Espacio de la Fundación OSDE, Arroyo 807, CABA.
*Imagen de portada: Nicolás Martella. Autorretrato de la serie Autorretratos (selección), 2012. Capturas de pantalla montadas en bastidor, 18 x 28,80 cm. Cortesía Fundación OSDE.

