JONATHAS DE ANDRADE: “L’ART DE NE PAS ETRE VORACE”

Por Patricia Avena Navarro | abril 18, 2025

La Commanderie de Peyrassol presenta una exposición monográfica de Jonathas de Andrade - Maceió, Brasil, residente en Recife -, en el marco de la temporada cultural, realizada este año bajo la égida de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura de Brasil y Francia. Philippe Austruy - propietario del lugar y coleccionista de arte contemporáneo -, haciendo eco de la voluntad de una temporada “multidisciplinaria, innovadora y comprometida” y de las reflexiones y cuestiones contemporáneas definidas como ejes temáticos, en particular, el clima y la transición ecológica, invitó al artista a diseñar una exposición en este vasto dominio vinícola del sur de Francia.

JONATHAS DE ANDRADE: “L’ART DE NE PAS ETRE VORACE”

A imaginar una exposición en un lugar donde la naturaleza, el trabajo agrícola, la producción de vino y la biodiversidad preservada forman el primero de los ecosistemas. Inaugurando un nuevo espacio, la muestra “L’art de ne pas etre vorace” ­– El Arte de no ser voraz – ofrece así una lectura de la obra de Jonathas de Andrade a través de su aproximación a la naturaleza y los territorios, los afectos y las emociones, revelando toda la fuerza poética que recorre su práctica.

 

La literatura ha sido una de las fuentes de inspiración para Jonathas de Andrade. Clarice Lispector-1920,1977-, mujer de letras brasileña muy querida por Jonathas de Andrade, le ha servido de inspiración para el título de la exposición “L’art de ne pas etre vorace”, como para ciertas piezas que conforman la selección de obras, algunas inéditas y otras mostradas por primera vez en la región Provenza-Alpes-Costa Azul. La escritora, -creció en Recife e impregnó de su literatura la cultura brasileña, particularmente la del nordeste de donde es originario Jonathas de Andrade- ha producido una considerable obra literaria en la que explora sutilmente las contradicciones humanas. La noción de voracidad y su profunda ambigüedad, abriendo un vasto campo de reflexión, entre el deseo destructivo y el impulso creativo. Esas reflexiones son las mismas contradicciones que Jonathas de Andrade desarrolla en sus obras tan poéticas como inquietantes y que, en la Commanderie de Peyrassol, encuentran aplicación en el campo de la relación con lo vivo, con la naturaleza y con el territorio.

Presentando narraciones a menudo desconocidas en Francia sobre la historia contemporánea de Brasil, y en particular del Norte del país, el artista también aborda el reparto de la tierra destacando la pluralidad de las realidades territoriales. A través de “Fome de Resistencia - Fundamento Kayapó Menkragnoti” -2019- y “Exercicio Construtivo para uma Guerrilha Sem Terra”-2016-, se leen la lucha por la supervivencia, así como la protección de los lugares y de quienes allí habitan. El espacio central de la exposición lo ocupa “Fome de Resistencia - Fundamento Kayapó Menkragnoti” que interpela al espectador, no solo por su dimensión monumental, sino también porque lo coloca frente a una postura incomoda, de negación de memoria colectiva frente a realidades políticas, convenciones sociales, culturales e ideológicas del mundo contemporáneo. Obra concebida superponiendo un mapa antiguo de la región e intervenido con dibujos tradicionales realizados por las mujeres Kayapó de la aldea de Pukany -sur de Pará-, establece un paralelismo entre el intento de definir un territorio a través de la propiedad, propio de la cultura occidental, y los motivos de esta comunidad indígena de la Amazonia que simbolizan su comprensión del mundo y de la naturaleza, más allá de cualquier demarcación territorial. “Exercicio Construtivo para uma Guerrilha Sem Terra” documenta una parte de la historia brasileña a través de sus lógicas territoriales y ambigüedades. Aquí, familias del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra - MST- instalan tiendas de campaña improvisadas en la región de Igarassu, lo que les permite trabajar la tierra y reubicarse rápidamente en otro lugar en caso de desalojo. La reunión de estas dos obras ofrece un punto de vista más amplio sobre las nociones de tierra, naturaleza y dominación.

En el núcleo de la exposición los dos vídeos “O Peixe” -2016- y “Nó na garganta” -2022- se articulan como una red de obras atravesados por ejes que conviven entre sí y forman un diálogo sobre las relaciones entre el hombre y el animal, a veces poderosas, a veces vulnerables. Mientras que la ternura es visible, al mismo tiempo que la muerte o el peligro, y el miedo coexiste con la sensualidad, el artista involucra al espectador en el camino de una reflexión abierta y libre sobre la concomitancia de formas de vida. Jonathas de Andrade pone así en escena la tensión entre “cuidar” y “destruir” al tiempo que plantea la cuestión de los límites, físicos y simbólicos, de esta cohabitación. “O Peixe”, una de sus obras más reconocidas desde su primera presentación en la 32a Bienal de São Paulo -2016-, presenta un rito ficticio, creado por el artista, en el que pescadores reales besan, acarician y calman peces recién capturados. La película oscila entre los códigos del cine etnográfico, que se basa en un registro documental, y una cámara que traduce una mirada desprovista de toda la distancia propia de este “cine de lo real”. “Nó na garganta” muestra un grupo de jóvenes que trabajan en un zoológico quienes son invitados a interactuar con serpientes. Las imágenes de acercamientos apacibles entre especies van ganando intensidad narrativa a través de zooms sobre distintas partes del cuerpo, intercaladas con escenas documentales de desastres ecológicos que parecen recordarnos la desconexión de la humanidad con la naturaleza. En el contexto de la exposición, las obras presentadas, aunque distantes entre ellas, están unidas por la obsesión del artista, observar la tragicomedia humana, especialmente la del Nordeste brasileño.

Al ofrecer la imagen de un mundo en el que hay poco espacio dejado intacto por la actividad humana -desde la contaminación hasta los rastros y ruinas del pasado-, el artista ofrece la alegoría de este mismo mundo, donde lo vivo persiste y resiste, particularmente a través de la serie fotográfica “Maré” -2014- y la nueva pieza diseñada para la exposición. “Maré”, obra constituida por 109 fotografías en blanco y negro montadas sobre paneles de madera muestra el estado de la crecida de las aguas a través de los pilotes sumergidos que forman los cimientos de un club náutico abandonado en Maceió, en el nordeste brasileño. Debajo de cada imagen se indican la hora en que fue tomada la foto, el número de hombres presentes y el estado del ciclo lunar. Jonathas de Andrade señaló que los períodos de alta afluencia correspondían a los de luna llena, cuestionando de manera poética, el papel que juegan las mareas en el deseo. Así, entre la invasión y el conflicto, la destrucción y la supervivencia, las obras concebidas por el artista atestiguan que paralelamente a una tendencia destructiva, sobreviven la creación, la libertad y el deseo.

 

A pesar de que no tienen un planteamiento cronológico, las piezas seleccionadas presentan la trayectoria del artista, quien siempre trabaja explorando los limites expresivos y plásticos. Se acomodan y dialogan pertinentemente en el corazón de la estancia que en su momento fue la gran nave de producción en la que se construyó la bodega. La muestra ilustra las ideas básicas que conforman la producción de Jonathas de Andrade: la revisión, el análisis y deconstrucción de la sociedad brasileña, su historia, su amnesia y el interés por reflejar una subjetividad que trasciende lo individual y se entiende de forma colectiva. “Morder a língua” obra realizada en papel maché, resina y pigmentos rojos presentada en la 59a Bienal de Venecia -2022-, junto a más de 250 expresiones populares, interpreta fielmente el planteamiento del artista. A través de “Morder a língua”, es decir, abstenerse de hablar o arrepentirse, frase de uso cotidiano, muestra como estas expresiones son utilizadas cotidianamente, y manifiestan emociones que varían entre el amor y la pasión, y la violencia desgarradora del presente histórico en que vivimos. Revela como el lenguaje puede ser una poderosa metáfora para encontrar nuevas salidas y nuevas respuestas al presente.

Su narrativa, invariablemente, utiliza la crítica sociopolítica como herramienta para crear puentes entre las artes populares y contemporáneas - instalaciones, esculturas, videos, fotografías - que absorben la sabiduría popular con un lenguaje poético e irónico que se nutre de la dolorosa y surrealista realidad del pueblo brasileño. Leit motiv que lo acompaña desde siempre, se vio reflejado en la obra original creada para la 12a Bienal de Lyon -2013- “Nego bom” un dulce muy popular hecho con banana, azúcar y limón, que se come en Pernambuco al Nordeste de Brasil; proyecto con el cual fue galardonado con el premio al artista francófono en dicha Bienal.

 

En los últimos veinte años, Jonathas de Andrade ha creado proyectos artísticos que cuestionan la construcción de la identidad brasileña y señalan el fracaso de la utopía modernista de principios del siglo XX. A través de sus creaciones, el artista explora la memoria colectiva y la historia de su país utilizando estrategias que mezclan ficción y realidad. Si bien se ha destacado a menudo el carácter político de su práctica artística, marcada en particular por la alianza de formas teatrales y enfoques etnológicos, la exposición se basa en el modo en que el artista escenifica, revela y documenta las negociaciones, conversaciones y relaciones que mantenemos con los otros, el medio ambiente y los vivos.

Jonathas de Andrade no deja de sorprendernos con el desarrollo de una narrativa de gran claridad formal, la obra de arte como trabajo de investigación. Un proceso de una precisión casi antropológica, donde da a conocer las relaciones de dominación en gran medida camuflados por el relato del Brasil democrático, armonioso y multicultural. Un trabajo de memoria basado en el ensamblaje y clasificación de imágenes, textos e historias de vida para reconstruir un relato personal del pasado. Sus obras reflejan sus preguntas y observaciones sobre la vida cotidiana en Brasil y sus “zonas de malestar”, como las condiciones de trabajo y la cuestión de la “identidad brasileña”. Frente a las reflexiones y observaciones que cuestiona el artista es evidente preguntarnos ¿Cómo habitamos el mundo? De cara a este shock emocional, ¿pueden estas imágenes, conmovernos y hacernos actuar?

 

Desde hace muchos años Jonathas de Andrade investiga la naturaleza de las imágenes y el sitio que ocupa Brasil en el mundo. La relación entre el espectador y la imagen, como la posibilidad de realizar una obra de arte a partir de eventos que son ocultos o deformados por los medios de información. Explora las paradojas de las utopías modernistas, heredadas de la colonización europea, en conflicto con las tradiciones y creencias más locales. Viaja y elabora trabajos en los que a través de las instalaciones, fotografías y videos denuncia la situación de diversos grupos humanos en situación límite por cuestiones políticas, sociales o económicas, cuestionando así la sociedad, su historia, su olvido.

La aproximación del artista, con una visión verdaderamente comunitaria, está dada a partir de la conservación de un patrón general de la tragedia clásica en donde la imagen por si sola logra denunciar la violencia, a pesar de la ausencia del lenguaje. Su obra se caracteriza por develar ciertas situaciones que de otra manera permanecerían ocultas; procediendo por acumulación de textos y de imágenes, Jonathas de Andrade busca interpelar al espectador, pero siempre dejándole la responsabilidad de la interpretación. Un encuentro, resultado de una manifestación colectiva y silenciosa, de una especie de cima sembrada literalmente de cruces.

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