ANA MENDIETA, PROTAGONISTA DE LA NUEVA EXPOSICIÓN DE TRIBECA
La muestra reúne obras emblemáticas creadas entre las décadas de 1970 y 1980, incluyendo películas remasterizadas, fotografías, dibujos y piezas efímeras que revelan la potencia ritual, corporal y telúrica de su práctica artística.
Marian Goodman Gallery presenta Back to the Source, una exposición inaugural de la obra de Ana Mendieta (1948-1985) que podrá visitarse en su espacio de Tribeca hasta el 17 de enero de 2026. La muestra reúne obras fundamentales realizadas entre 1972 y 1985, un periodo sumamente prolífico en la carrera de la artista, que abarca etapas en Iowa, México y Cuba. Incluye diez películas digitalmente remasterizadas, obras fotográficas, nuevas impresiones fotográficas y dibujos, además de escultura efímera.
Ana Mendieta fue una pionera e innovadora cuyo trabajo abarcó pintura, dibujo, fotografía, cine y video, escultura y obras site-specific. Sus intervenciones singulares en el paisaje abrazaron la naturaleza y desafiaron las convenciones sociales. Exiliada de su Cuba natal, donde nació en 1948, pasó su infancia y años formativos en Iowa durante la década de 1960. Estudió arte en la Universidad de Iowa, primero pintura y luego arte performático, un giro que transformaría por completo su enfoque artístico. Su producción da testimonio de un compromiso apasionado con temas como el exilio y el desarraigo, la reconexión con la tierra y la búsqueda de pertenencia y origen, a través del poder, la magia y lo universal.
A través de un cuerpo de obra amplio y diverso que incluye esculturas efímeras, Mendieta, en sus obras fílmicas y fotográficas, captura el tiempo y el proceso mediante acciones directas que la transportan más allá de los materiales convencionales hacia un plano intangible e impermanente, utilizando la naturaleza como colaboradora. Con su propio cuerpo como material y guiada por el simbolismo de la naturaleza, buscó integrar poder, magia y conocimiento en su obra, utilizando materiales naturales, así como los cuatro elementos —tierra, aire, fuego y agua—. Plumas, flores, ramas, musgo, fuegos artificiales y pólvora, fácilmente accesibles, formaban parte habitual de prácticas rituales destinadas a devolverla a la tierra y conectarla con lo universal.
Usando la tierra como medio escultórico —que moldeaba, marcaba e incendiaba—, Mendieta transmitió nociones de existencia, resurgimiento y renovación a través de obras concebidas en relación directa con su emplazamiento, exquisitamente etéreas y transitorias. Como meditaciones contemplativas y existenciales sobre la mortalidad y el mundo natural, estas obras formaban parte de procesos vivos.
-
Courtesy of Marian Goodman Gallery
Su interés por los temas de transformación —nacimiento, vida, muerte, regeneración— atraviesa toda su obra y se evidencia en Ñañigo Burial (1976), en la Serie Silueta entre 1973 y 1980, Incantation to Olokun-Yemaya / Encantación a Olokún-Yemayá (1977), Black Venus (1980), La Venus Negra (1981), entre otras. Además, se presentan diez películas realizadas entre Iowa y México entre 1972 y 1978, en las que aparecen diversos elementos —fuego, agua, aire, pólvora y sangre—. Como también una serie de fotografías en color Body Tracks (1974) registra una acción temprana realizada en Iowa, antes de que Mendieta se volcara por completo a la naturaleza.
Con motivo de la exposición se publicará un catálogo que saldrá a principios de 2026. Podrá adquirirse en preventa en línea y en la galería.
Próximas exposiciones individuales incluyen una importante retrospectiva en Tate Modern que abrirá en julio de 2026 y que reunirá numerosas obras fundamentales, junto con films remasterizados, pinturas tempranas y piezas escultóricas tardías, muchas de las cuales harán su debut en el Reino Unido.

