LA CORPOREIDAD PICTÓRICA DE HORACIO QUIROZ
Por Álvaro de Benito
La marbellí Yusto/Giner presenta El Peso de lo Inmaterial, la primera individual de Horacio Quiroz (Ciudad de México, México, 1977) en la que el artista se sirve de la corporeidad de la pintura como elemento material con el que dar forma y volumen a ciertas expresiones irrepresentables. De formación autodidacta, su expresividad pictórica aborda de manera casi ritual el uso del trazo y el color como elementos esenciales para la creación.
El cuerpo humano, la expresión del rostro o la anatomía cobran un sentido irreal, transformado, ahogando la identidad que podría tener lo representado en aras de un nuevo dimorfismo con el que trabajar sobre aspectos dicotómicos. Existe en sus formas una dualidad también discordante en lo formal, pero homogéneo en cuanto al trasfondo que recorren sus creaciones.
El mexicano apunta hacia lo inmaterial que se ha trasliterado sobre el lienzo, a cierta tensión y manifestación de unos límites difusos que son incapaces de diferenciar lo real de lo irreal, dotando a sus obras de cierto surrealismo y de una figuración de corte fantástico. En su propuesta, cada obra funciona como un acceso a una dimensión donde encontrar sinergias de humanidad y tecnología, de cuestiones metafísicas, de una hibridación que, al final, crea un corpus reconocible en su aspecto y trasfondo.
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Vista de instalación "Horacio Quiroz: El Peso de lo Inmaterial", en Yusto/Giner
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Vista de instalación "Horacio Quiroz: El Peso de lo Inmaterial", en Yusto/Giner
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Vista de instalación "Horacio Quiroz: El Peso de lo Inmaterial", en Yusto/Giner
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Vista de instalación "Horacio Quiroz: El Peso de lo Inmaterial", en Yusto/Giner
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Vista de instalación "Horacio Quiroz: El Peso de lo Inmaterial", en Yusto/Giner
Horacio Quiroz. El Peso de lo Inmaterial puede verse hasta el 14 de noviembre en Yusto/Giner, Madera, 9, Marbella (España).

