MECANISMOS, MATERIA Y DUELO EN LA OBRA DE NAZARENO PEREYRA
El artista argentino presenta Las máquinas no lloran en la galería bonaerense, donde fusiona distintas técnicas artísticas con mecanismos automatizados.
La galería de Sousa acoge la exposición de Nazareno Arnaldo Pereyra (1986, Buenos Aires) Las máquinas no lloran, donde se abordan temas como la muerte, la desmesura, lo íntimo, el automatismo, el tiempo, la máquina y la pasión. En ocasiones, la obra del artista no busca transmitir un contenido preciso, sino que se manifiesta simplemente como un registro material que ocupa un espacio en su taller. Sin embargo —como en sus propios escritos— su práctica está guiada por un acto de fe.
Después de trabajar durante diez años en una fábrica metalúrgica, comenzó a recolectar objetos encontrados en ese entorno —desde desechos industriales hasta restos orgánicos— y a partir de ellos escribe, cada día, un poema en un ejercicio de escritura automática. Este procedimiento, que une cuerpo, tiempo y repetición, se ha vuelto constante en su práctica y resuena también en su producción visual, donde combina diversas técnicas con tecnologías y mecanismos automatizados.
-
Vista de sala "Nazareno Arnaldo Pereyra: Las máquinas no lloran". Cortesía de Sousa Galería
-
Nazareno Arnaldo Pereyra. Hay un plato que ya no existe, 2025. Tiza pastel, policromo, acuarela y tinta sobre papel maruflado sobre tela, 152 x 125cm. Cortesía de Sousa Galería
-
Nazareno Arnaldo Pereyra. Hay un plato que ya no existe, 2025. Tiza pastel, policromo, acuarela y tinta sobre papel maruflado sobre tela, 152 x 125. Cortesía de Sousa Galería
-
Nazareno Arnaldo Pereyra. Hay un plato que ya no existe, 2025. Tiza pastel, policromo, acuarela y tinta sobre papel maruflado sobre tela, 152 x 125 cm. Cortesía de Sousa Galería
-
Nazareno Arnaldo Pereyra. Las máquinas no lloran, 2025. Máquina automatizada, 170 x 50 x 50 x cm.Cortesía de Sousa Galería
“El gesto de una máquina que recoge y suelta un sedimento, porque sólo sabe hacer aquello que le enseñó a hacer Pereyra, nos hace pensar en un destino mecánico que es indisoluble del nuestro. Tal vez sea cierto que no lloran. Quizá no quieran hacerlo. Pero están transitando un duelo a nuestro costado”, escribió Alberto Passolini en el texto de sala.
Nazareno Pereyra estudió en clínicas de obra con Luis Terán y Raúl Flores. Entre 2020 y 2021 integró el programa Boca de Fuego en MUNAR, y previamente, entre 2019 y 2020, fue becario de Yungas Buenos Aires, con sede en el Diario La Prensa. Su formación artística se complementa con estudios de dramaturgia, guión, poesía, dirección teatral y clown. Realizó muestras individuales y colectivas en Buenos Aires. Recibió el Premio Adquisición del MPBA Franklin Rawson por su obra Automatismo de mi ego y el Premio Adquisición del MPBA Emilio Pettoruti por Último día para llorar. Además, su obra Automatismo de mi crucifixión obtuvo una mención en el 77o Salón Nacional de Rosario.
Las máquinas no lloran podrá verse hasta el 31 de octubre enDe Sousa Galería, en Paraguay 675, Retiro, Buenos Aires (Argentina).

