PODER BLANDO: HISTORIAS DE BÚSQUEDA

Un proyecto de la artista Miriam Rodríguez, curado por Mónica Ashida en el Museo de Arte de Zapopán en México, que documenta el proceso de búsqueda de las familias de las personas que sufrieron una desaparición forzada en el país. 

PODER BLANDO: HISTORIAS DE BÚSQUEDA

En el mes de mayo de 2022 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó en un comunicado su profunda preocupación por las más de cien mil desapariciones forzadas registradas oficialmente en México. Estas aumentan día con día a pesar de las condenas internacionales y de los esfuerzos realizados por familiares y allegados a las víctimas, por las organizaciones civiles y por algunas instancias gubernamentales, configurando un espantoso patrón crónico que, por su magnitud e impunidad, parece imposible de erradicar.

 

La artista Miriam Rodríguez puso sus inquietudes y recursos artísticos al servicio de la causa. Durante un largo tiempo se dedicó a acompañar la incansable labor de búsqueda y apoyo de la organización civil Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ) integrada por familiares de personas desaparecidas en esa región mexicana.

 

Poder Blando: Historias de búsqueda es un intento por retratar ese acompañamiento. El título se apropia del término acuñado por Joseph Nye, profesor de la Universidad de Harvard, en 1990 que se refiere a la habilidad de influenciar la conducta de otros a través de medios culturales e ideológicos para alcanzar los resultados deseados. Si bien originalmente el término estaba orientado a la política exterior, su autor reconoció luego la importancia de las acciones de los individuos para generar cambios en las estructuras sociales.

 

La muestra busca homenajear a todas las personas que sufrieron una desaparición forzada en México, a través de los testimonios del colectivo de personas que siguen buscando incansablemente justicia para ellos y sus familias. Para colaborar con esta tarea Miriam Rodríguez se ubica en el medio del activismo y de la organización comunitaria sin abandonar su pertenencia al mundo del arte. En un intento que le permita cerrar la brecha entre el arte y la vida, adopta y acompaña el propósito de provocar un cambio social, sin olvidar el compromiso con las familias que le abrieron las puertas de su intimidad.

 

Las piezas presentadas hablan de una práctica colectiva que prioriza la defensa y reivindicación de derechos y la búsqueda de soluciones sobre el culto a la personalidad del artista, esperando que con el tiempo la comunidad se apropie del proyecto y a través de acciones de poder blando, tal vez las únicas de las que disponemos, se pueda hacer frente efectivo a los poderes políticos y sociales.

Temas Relacionados