ENTREVISTA ALEX NUÑEZ Y SU VISIÓN DE LA NATURALEZA JUGUETONA DE FLORIDA

Por Violeta Lozada

Para la artista nacida en Miami, Alex Nuñez, la inspiración a menudo surge de los detalles familiares pero inquietantes de la vida cotidiana en el sur de Florida. Su proyecto más reciente, “There’s a Gator in the Pool” (Hay un caimán en la piscina), toma un símbolo que los extranjeros suelen temer y lo transforma en una metáfora de la vida como floridana. La exposición se presenta en el Faena Art Project Room en Miami Beach hasta el 14 de septiembre.

 

ENTREVISTA ALEX NUÑEZ Y SU VISIÓN DE LA NATURALEZA JUGUETONA DE FLORIDA

La idea surgió por primera vez durante un período íntimo de recuperación. Mientras ayudaba a su padre en un trasplante de riñón, Nuñez pasó largas horas en el jardín de la casa familiar en Kendall. Allí, entre plantas tropicales y el zumbido constante de la fauna, comenzó a notar lo que ella llama la “energía invisible” del entorno natural de Florida y las formas en que los humanos lo alteran. El proyecto se desarrolló lentamente a lo largo de dos años, creciendo como la vegetación que la rodeaba.

 

Los caimanes suelen simbolizar miedo para los forasteros. ¿Qué significan para ti personalmente como floridana?

Para mí, los caimanes son un símbolo del sur de Florida. Nos recuerdan que estamos viviendo en su espacio, no al revés. Representan sorpresa, peligro y misterio, pero también naturaleza salvaje y resiliencia.

 

Lo que hace que el trabajo de Nuñez sea impactante es el equilibrio que logra entre humor e inquietud. Referencias a la cultura pop, colores pasteles y un toque de sátira atraen al espectador, haciendo que lo “anormal” parezca casi cotidiano. “El humor es universal”, dice. “Es una manera de invitar a las personas a conversaciones difíciles, ya sea sobre el cambio climático, la sobreexplotación de los Everglades o simplemente la realidad de convivir con animales salvajes en tu propio jardín”.

¿Ves tu uso del color como una conexión con el entorno natural de Florida—su luz, su vegetación o incluso su cultura?

Absolutamente. Mi paleta proviene de todas partes: los tonos pasteles de South Beach, las casas cubanoamericanas llenas de color, el brillo de Miami. Incluso cuando vivía en Nueva York seguía inclinándome hacia el dorado y el neón. Es una mezcla de Art Deco, vida nocturna y vitalidad tropical. Nací dentro de esta paleta—nunca escapé de ella.

 

¿Qué esperas que el público se lleve al ver There’s a Gator in the Pool?

Que es divertida y misteriosa a la vez, pero también una celebración. Se trata de ser floridano: vivir en un lugar donde la naturaleza siempre está cerca, incluso en tu propio patio. La obra celebra nuestro entorno, filtrado a través de la sátira y de una mirada romantizada.

 

Ya sea en la gran sala diseñada como un patio trasero o en la instalación más pequeña con forma de piscina, Nuñez quiere que los espectadores se vayan con una sensación de misterio y deleite.

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