DEPARTAMENTO 112: UNA PROPUESTA JOVEN PARA REDEFINIR LO EMERGENTE
La galería Departamento 112 –ubicada en Martínez, provincia de Buenos Aires, Argentina– empezó ocupando un departamento, luego pasó a ser un garaje y se instaló, finalmente, en un espacio en desuso que, convertido en sala, da vista a toda la cuadra.
Comprometida con el desarrollo y la exposición de artistas emergentes, antes de cobrar vida como galería y tener sede propia, el proyecto Departamento 112 era una suerte de red de exposiciones colectivas que resultaban de convocatorias abiertas. Estas se alojaban, en un departamento número 112 –de ahí su nombre–, donde vivía su fundador y director Hans Petersen.
Se trata de un espacio que está manejado enteramente por jóvenes que atraviesan su veintena, existe sólo hace un año y ya logró pisar fuerte en varias ferias del país: pasó por el Mercado de Arte Contemporáneo de Córdoba, ArteCo en Corrientes, la Micro Feria de Rosario, la Feria Internacional de Chaco, MAPA y Pinta BAphoto en Buenos Aires, residencias en Tucumán y Córdoba y PLATEADA en La Plata, feria que distinguió con el Premio IN SITU al artista Fer Santana por su exposición producida por la galería y expuesta en su stand.
La semana pasada, la galería debutó fuera del continente en nada menos que la feria Pinta Miami, siendo una de las nueve seleccionadas del país para hacerlo. Allí ganó el Premio NEXT a la mejor propuesta expositiva –con obra de la artista Sara Escalante– junto a la galería Salón Comunal. Para cerrar el año, el espacio participará de MUNAR en La Boca.
A su vez, la galería presentó ocho exhibiciones en sala –seis individuales y dos grupales– que se realizaron por convocatoria abierta. El punto en común de los ocho artistas que componen el staff de la galería es que, además de tener trayectorias en el underground del arte argentino y un potencial prometedor, ofrecen una perspectiva particular sobre la idea de arte argentino y la tradición. Los artistas representados actualmente son: Martín Agazzi El Keni (1984), Julia Cahen D’Anvers (1998), Juana Cravero (1994), Pedro Grecco (1996), Sofía O’Reilly (2001), Mariano Podesta (1996), Sara Escalante (2001) y el fundador Hans Petersen (1999).
“El espacio nació de lo que consideré una emergencia: no había lugar para que artistas emergentes expusieran, las galerías no daban espacio y así, terminábamos haciéndolo en un bar, donde te recibían solo para que vendieras tragos y metieras gente y te cedían una pared toda rota y destruida”, explica Petersen.
La gastronomía es otro de sus puntos para generar encuentro, dice el fundador, hijo del aclamado chef argentino Christian Petersen, con quien preparan una iniciativa en conjunto que dará aún más unicidad a la galería: se proyecta como nave cultural 360°, con una academia de cocina que dictarán grandes profesionales, eventos gastronómicos y editorial de libros de arte.
Hasta ahora, organizaron asados en la vereda del local viendo el superclásico, días de sopa gratis y choripaneadas, que se dieron en contexto de muestras e invitan a quien sea que ande por la zona, a disfrutar. En la misma vereda, producen sus propias conferencias de prensa y plantean conversaciones abiertas.
Quienes componen el staff del espacio son impulsados y acompañados en la producción de obra, postulación a convocatorias, concursos y residencias, y beneficiados con clínicas exclusivas dictadas por artistas de renombre. El último en hacerlo, la semana pasada, fue Ernesto Ballesteros. Para recaudar fondos para eso, la galería actúa como agencia creativa, brindando servicios de fotografía, diseño web y contenido audiovisual a residencias artísticas, marcas y empresas.