GEORGINA VALDEZ Y THE WHITE LODGE: CÓMO GENERAR CONVERSACIONES A TRAVÉS DEL ARTE
Georgina Valdez es la fundadora y directora de la galería argentina The White Lodge, con sedes en Córdoba y Buenos Aires. El espacio forma parte de la sección NEXT de Pinta Miami 2024, con obras de los artistas Sandro Pereira y Nushi Muntaabski. En diálogo con Arte al Día, la galerista la galerista reflexionó sobre el rol del arte como motor de transformación y el lugar de The White Lodge en el panorama del arte contemporáneo.
¿Cómo nació The White Lodge?
La idea nació casi por casualidad. Había alquilado un espacio para mi productora de moda y lo usaba como estudio de fotografía y video. Como el trabajo en moda es por temporadas, había meses de inactividad, y se me ocurrió aprovechar ese tiempo para realizar exposiciones de arte. Quería darles visibilidad a fotógrafos con los que trabajaba comercialmente pero que también tenían producción como artistas que merecía ser mostrada. Con la primera exposición que organicé me di cuenta que era mi vocación y no me dediqué a otra cosa desde entonces.
En esos inicios, me aboqué a la fotografía y fue una etapa muy enriquecedora. En ese momento, la fotografía como medio empezaba a ganar fuerza en el arte contemporáneo, y The White Lodge fue la primera galería de Córdoba en enfocarse exclusivamente en este medio. El año que abrimos tuvimos nuestro primer arteba nos dieron el premio a mejor galería en Barrio Joven y comenzó una carrera profesional como galerista para mí.
¿Cómo evolucionó el proyecto a lo largo de los años?
En los doce años que llevo como galerista amplié el rango de disciplinas con las que trabajo. Cómo galería dejamos de enfocarnos solo en la fotografía para incorporar otras materialidades como el arte textil, la cerámica, la pintura y la escultura. Esta diversificación nos permitió adaptarnos y dialogar mejor con el mercado y con las tendencias del arte contemporáneo.
Además, en The White Lodge buscamos ser más que un espacio comercial. Nos interesa generar diálogos con los temas actuales y relevantes. Queremos comunicarnos con un público mucho más amplio que el comprador para iniciar una conversación que amplifique la mirada del arte y quienes lo miran.
En 2022, abrimos una segunda sede en Buenos Aires, lo que representó una transformación importante. Este paso nos conectó con un mercado más amplio e internacional, y nos permitió posicionar mejor a nuestros artistas en un ecosistema más competitivo.
¿Qué diferencias encontrás al gestionar las sedes de la galería en Buenos Aires y Córdoba?
La principal diferencia radica en la escala del mercado. Buenos Aires ofrece una proximidad mucho mayor a coleccionistas internacionales y un público con un poder adquisitivo más alto. Esto no solo multiplicó nuestras ventas, sino que también permitió un incremento en el valor de las obras de nuestros artistas.
Córdoba, por otro lado, tiene un mercado más pequeño pero muy interesante. Fue nuestro punto de partida y allí construimos la base de nuestra identidad como galería. La expansión a Buenos Aires nos desafió a posicionarnos en un contexto más complejo, pero el recibimiento fue excelente, lo que nos confirmó que este paso era necesario.
¿Cómo ves el futuro del mercado del arte en América Latina y qué rol buscás desempeñar desde The White Lodge?
Creo que el futuro del mercado del arte en la región está ligado a un equilibrio entre innovación y conexión con las demandas del presente. Hay que encontrar el punto justo entre proponer algo nuevo y responder a las demandas de mercado. El desafío para mí está en lograr proponer artistas relevantes al momento histórico que vivimos, que agreguen valor real y calidad a la vida de las personas con las que las obras conviven.
Desde The White Lodge, queremos seguir generando diálogos sobre temas relevantes como sustentabilidad, comunidad y la conexión entre arte y territorio. También nos interesa trabajar con artistas que investiguen materiales locales y técnicas tradicionales. En los próximos años, planeamos enfocarnos más en una revisión histórica del rol de las mujeres en el arte.
¿De qué se trata la propuesta de The White Lodge para Pinta Miami?
En Pinta Miami presentamos a dos artistas que están en línea con nuestro enfoque: Sandro Pereira y Nushi Muntaabski.
Sandro trabaja desde Tucumán, enfrentándose a los desafíos que implica producir arte en contextos descentralizados. La serie que trajimos es una cita al Manifiesto antropofágico brasileño al cumplirse 100 años del mismo. Sandro retoma las ideas expresadas para redactar su propio Manifiesto de la Autofagia, en donde pone al individuo como centro utilizando su propia imagen. A través del ayuno prolongado y la meditación, Pereira genera pinturas escultóricas que desafían la relación entre cuerpo e imagen.
Por otro lado, Nushi presenta piezas de su serie Campo de Cultivo, en las que explora la relación entre arte, alimentación y salud. Su taller funciona como un espacio donde cultura y cultivo se entrecruzan, creando esculturas y alimentos con la misma dedicación y atención. Esta propuesta invita a pensar en formas de habitar, de obrar, de estar presente.
¿Cuáles son los mayores desafíos u oportunidades que enfrentás como directora de la galería?
El desafío constante es proponer algo relevante y nuevo, que no solo dialogue con el mercado del arte sino también con la vida y el bienestar de las personas. Hoy, creo que ya no es suficiente generar ingresos; debemos hacerlo de manera ética y sostenible, pensando en el impacto social y ambiental.
Nuestra misión es generar conversaciones significativas, tanto dentro como fuera del mundo del arte. Buscamos crear propuestas que trascienden y que contribuyen a un cambio positivo en las personas y sus contextos.