ART BASEL EN BASILEA 2025: CALIDAD, PRECIO Y SELECCIÓN MARCAN EL RITMO

Un mercado guiado por la selectividad y la estrategia

Los compradores llegaron con un enfoque claro en el precio y la calidad—una tendencia que se viene consolidando en las grandes citas del mercado de los últimos meses. Los coleccionistas siguen activos, pero son cada vez más selectivos. El arte textil y las artistas mujeres siguen generando interés, y las ventas continúan produciéndose, aunque con frecuencia a precios entre un 20 % y un 30 % por debajo de lo solicitado. Como declaró Philip Hoffman, de The Fine Art Group: “Ahora es el momento de comprar, es el mejor que he visto jamás”.

Las galerías, conscientes de este cambio, respondieron con propuestas diversas y estrategias de precios ajustadas. Muchas evitaron el riesgo de presentar una sola artista y optaron, en su lugar, por mostrar una combinación amplia de creadores y rangos que, según la tipología de la galería, oscilaban desde los 30.000 dólares hasta varios millones, con el objetivo de atraer a un espectro más amplio de coleccionistas. La proporción de obras del mercado secundario, de arte moderno y de artistas consolidados fue notablemente mayor que en ediciones anteriores, otro indicio de cómo las galerías buscan valores seguros en un contexto de mayor cautela.

Obras de calidad, ritmo contenido
La calidad de las obras expuestas en Art Basel fue, una vez más, incuestionable. Las galerías blue-chip llevaron piezas de primer nivel y muchas ventas estaban prácticamente cerradas antes de que la feria abriera sus puertas, gestionadas a través de dossiers digitales enviados a coleccionistas habituales. Aun así, la dinámica en el recinto se percibió con un ritmo más contenido de lo habitual, en parte por la menor presencia de compradores estadounidenses, conocidos por decidir con rapidez. Como apuntó el galerista neoyorquino Andrew Kreps: “Los compradores de EE. UU. deciden rápido. Sin ellos, baja la temperatura”.

Esta menor intensidad no impidió que se anunciaran importantes transacciones desde los primeros días—muchas como parte de estrategias de comunicación cuidadosamente calculadas. David Zwirner vendió una escultura de Ruth Asawa por 9,5 millones de dólares y una pintura de Gerhard Richter por 6,8 millones, mientras Pace colocó una obra de Agnes Martin por más de 4 millones. Gladstone, por su parte, confirmó ventas de obras de Keith Haring, Sigmar Polke y Robert Rauschenberg, todas en el rango de 1 a 3 millones. La venta de mayor valor oficialmente reportada fue Mid November Tunnel (2006) de David Hockney, ofrecida por Annely Juda Fine Art por una cifra estimada entre 13 y 17 millones de dólares—la única transacción públicamente confirmada por encima de los 10 millones, aunque es probable que se hayan cerrado otras de mayor valor que no han sido reportadas o cuyo precio no se ha hecho público.

Pace Gallery presentó un Picasso, Homme à la pipe assis et amour (1969), con un precio de 30 millones de dólares—probablemente el más alto de toda la feria. Según Ocula, la obra se vendió en privado antes de la inauguración. Este dato confirma una tendencia creciente: muchas de las piezas más valiosas se colocan previamente entre clientes fidelizados, y su presencia en el stand responde más a motivos de visibilidad y posicionamiento que a una verdadera intención de venta. Una estrategia que plantea si estas presentaciones de alto perfil siguen cumpliendo una función comercial efectiva.

Entre las ventas más destacadas de artistas latinoamericanos en Art Basel 2025 figuran una obra temprana sin título de Carmen Herrera (1948), vendida por Lisson Gallery por 800.000 dólares, y Clotho (2025) de María Berrío, colocada por Hauser & Wirth por 250.000 dólares. Ambas operaciones reflejan el interés sostenido por artistas consolidados y por voces femeninas en el mercado global. Otras ventas notables incluyeron dos pinturas de Lucas Arruda (250.000 dólares), una obra de Lygia Pape (240.000 dólares) y piezas de Dalton Paula, Cecilia Vicuña, Gabriel Orozco y Pedro Reyes, entre otros. [lista completa al final del artículo]

Cabe destacar que los datos de venta en Art Basel son reportados directamente por las galerías, con distintos grados de transparencia. Aun así, se declararon más de 30 ventas en el rango de 1 a 10 millones de dólares. En el extremo opuesto del espectro, el precio más bajo reportado fue de apenas 1.380 dólares por Wei Libo, Pure Goodness (Poire de Neige) 2 (2025), vendido por Galerie Sans Titre—una cifra sorprendentemente modesta en una feria reconocida por su posicionamiento en el segmento más alto del mercado.

De hecho, a pesar de las ventas de alto perfil, gran parte de la actividad real se concentró en los segmentos medio y bajo del mercado. Con los precios del tramo alto aún inflados, muchos compradores están dirigiéndose hacia franjas más accesibles, y las obras por debajo de los 200.000 dólares generaron un interés constante.

Esta ampliación del mercado en los rangos de precios inferiores, sumada a un alejamiento de las compras especulativas, indica una etapa más sostenible, si bien con menor visibilidad, para el comercio. Las galerías con estrategias de precios flexibles y propuestas bien comisariadas que abarcan distintos niveles parecen ser las mejor posicionadas para tener éxito.

Basilea vs. París y otros modelos de feria
Art Basel en Basilea sigue marcando el estándar en cuanto a calidad y enfoque dentro del circuito internacional de ferias. Las galerías llevan su mejor material, y la feria mantiene su reputación como el lugar por excelencia para el coleccionismo serio. Sin embargo, no puede pasarse por alto el creciente atractivo de la edición parisina. Con su amplia oferta de hoteles de primer nivel, restaurantes y grandes exposiciones museísticas, la capital francesa se ha vuelto especialmente seductora para los compradores estadounidenses y asiáticos, que hoy representan más del 60 % del mercado. Si bien Basilea destaca por su rigor curatorial y profundidad de mercado, París destaca cada vez más por la dimensión experiencial que aporta. “¿No es el sentido de una feria justamente los eventos exclusivos y el ambiente?”, comentó un galerista. Desde esa perspectiva, Basilea corre el riesgo de quedar algo eclipsada.

Varias ferias satélites —como Liste, Volta y Basel Social Club— aportaron energía a la semana del arte en Basilea, atrayendo a públicos más jóvenes con performances, instalaciones y rangos de precio más accesibles. Si bien estos eventos ofrecen un contrapeso dinámico a las presentaciones más consolidadas del Messeplatz, cabe preguntarse: ¿vale la pena viajar a Basilea para ver propuestas que hoy se repiten en muchas otras ferias del mundo?

Conclusión: un mercado en proceso de reequilibrio

Art Basel Basel 2025 mostró un mercado en reajuste: el ambiente era animado y profesional, pero predominó una actitud de mayor cautela en las decisiones de compra. El enfoque fue más medido y estratégico, aunque se mantuvieron firmes los pilares fundamentales—calidad, propuestas sólidas y precios ajustados. Aunque la fiebre compradora haya quedado atrás, los coleccionistas serios siguen activos, y quienes compran, lo hacen con inteligencia.

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Listado de ventas artista latinoamericanos

La lista recoge solo algunas de las ventas de artistas latinoamericanos, españoles y portugueses reportadas públicamente por las galerías y es un extracto editado de un artículo publicado por Artnet News Pro.

• $800,000: Carmen Herrera, Untitled (1948) en Lisson Gallery – Cuba/EE.UU.
• $345,000: Miquel Barceló, Cuatro Nubes (2025) en Thaddaeus Ropac – España
• $316,250: Miquel Barceló, Sin Título (2024) en Thaddaeus Ropac – España
• $250,000: María Berrío, Clotho (2025) en Hauser & Wirth – Colombia
• $250,000: Lucas Arruda, dos pinturas en David Zwirner – Brasil
• $240,000: Lygia Pape, Desenho (Drawing) (1960) en White Cube – Brasil
• $200,000–$250,000: Cecilia Vicuña, Jaguar I (2025/1978) en Lehmann Maupin – Chile
• $200,000: Dalton Paula, Xica Manicongo (2025) en Lisson Gallery – Brasil
• $200,000: Dalton Paula, Aqualtune (2025) en Lisson Gallery – Brasil
• $190,000: Gabriel Orozco, Suisai byōbu II (2019) en Galerie Chantal Crousel – México
• $185,000: Cecilia Vicuña, Dar ver Cacaxtla (2023) en Xavier Hufkens – Chile
• $126,500: Jaume Plensa, Hortense in Slumberland, (2021) en Galerie Lelong & Co. – España
• $109,250: Jaume Plensa, Hortense in Slumberland (2021) en Galerie Lelong & Co. – España
• $103,500: Claudia Martinez Garay, Conversiones (2025), sección Unlimited en GRIMM – Perú
• $100,000: José Antônio da Silva, Sem título (1972) en 303 Gallery – Brasil
• $100,000: Pedro Reyes, Yollotl (2025) en Lisson Gallery – México
• $80,000: José Antônio da Silva, Queimada (1950), sección Feature en 303 Gallery – Brasil
• $80,000: Elda Cerrato, El Resultado de Mal Comunicación (1967) en Galerie Lelong & Co. – Argentina
• $80,000: Elda Cerrato, Encuentro (1967–70) en Galerie Lelong & Co. – Argentina
• $80,000: Elda Cerrato, Despolarización Mutua… (1971) en Galerie Lelong & Co. – Argentina
• $60,000–$80,000: Ernesto Neto, Terra vida céu (2022) en Fortes D’Aloia & Gabriel – Brasil
• $60,000: José Antônio da Silva, Untitled (1977), sección Feature en 303 Gallery – Brasil
• $50,000–$70,000: Leda Catunda, Terra dourada II (2025) en Fortes D’Aloia & Gabriel – Brasil
• $46,000: Francisco Tropa, Concha (2025) en Galerie Jocelyn Wolff – Portugal
• $34,500–$46,000: Pilar Albarracín, Garzas (2023) en Galerie Georges-Philippe & Nathalie Vallois – España
• $20,000–$30,000: Rodrigo Cass, Sinais e Passagens / Signs and Passages (2025) en Fortes D’Aloia & Gabriel – Brasil

*Imagen de portada: cortesía de Art Basel