EL ARTE LATINOAMERICANO TRIUNFA EN LAS SUBASTAS DE NY
Hemos llegado al final de las subastas de mayo de arte Contemporáneo y Moderno en Nueva York. Aunque las ventas no han sido un desastre, la mayoría de los lotes se han vendido por debajo o cerca de la estimación más baja, con algunas retiradas de último minuto. Hace un año, las ventas de mayo ya marcaron una clara recalibración de los precios. En los últimos 12 meses, el mercado ha continuado su desaceleración, y las ventas de esta semana han confirmado la tendencia. No es una caída brusca, ni un colapso, sino una espiral descendente en cámara lenta de los precios, con muy pocas, pero emocionantes sorpresas.
De hecho, los ganadores de la temporada son las obras de arte latinoamericanas, con el triunfo absoluto de Leonora Carrington. Su obra magna, "Les Distractions de Dagobert", se vendió en la subasta Modern Evening de Sotheby's por un precio de martillo de $24,500,000 ($28,485,000 con comisiones) después de una larga batalla de 10 minutos entre el empresario y coleccionista argentino Eduardo Constantini, pujando personalmente desde su asiento al frente de la sala, y un cliente que pujó por teléfono con la también argentina Alejandra Rosetti, vicepresidenta senior y directora de desarrollo de negocios de Sotheby's en Miami. El cuadro estaba colgado en el sitio de honor, justo detrás del subastador, demostrando que Sotheby’s era consciente de la importancia de esta obra.
Inicialmente hubo más postores, pero la competencia pronto se redujo a los dos principales: Constantini y el postor telefónico con Rosetti. Ellos llevaron la obra muy por encima de la estimación alta de $18 millones. Cuando el precio alcanzó los $20.8 millones, un tercer competidor entró en escena, probablemente un cliente asiático, ya que en el teléfono estaba Jen Hua, vicepresidente de la casa para Asia y presidente para China. Al llegar a $24,500,000, el subastador, Oliver Barker, les dio la oportunidad de hacer una oferta más alta, luego pronunció la advertencia habitual, levantó el martillo y dijo: “el caballero ha esperado lo suficiente" y Constantini fue declarado ganador el ganador mientras la sala estallaba en un aplauso.
Y ciertamente había esperado mucho tiempo. Como él mismo declaró al finalizar la subasta, había sido paciente durante 30 años, desde que en 1995 fue el contrincante del ahora vendedor en una subasta de Sotheby’s en la que la misma obra se vendió por $475,500 (ajustado por inflación, eso es aproximadamente $990,000 hoy en día). El vendedor de hoy fue el comprador en aquel entonces.
Este es un nuevo récord para Carrington, cuyo récord anterior fue de $3.3 millones hace dos años. También es el segundo precio más alto para una obra de arte latinoamericana, después del récord de Frida Kahlo de $34.9 millones logrado en 2021 en la misma sala de ventas de Sotheby’s y comprado por el mismo coleccionista, Eduardo Constantini.
Pero, aunque este fue el punto culminante, con Leonora Carrington ahora entre las cinco mujeres artistas más valiosas en subastas, esta semana también ha visto el reconocimiento de muchas otras obras de arte latinoamericanas. En la misma subasta de Sotheby’s, otra obra de Carrington se vendió por $2,480,000, una de Remedios Varo por $4,174,000 y una de Leonor Fini alcanzó los $444,500 sobre una estimación de $200,000. (Todos los precios incluyen las comisiones de compra).
El día anterior, Christie's inauguró la noche con la venta de Rosa de La Cruz, que logró un sólido 100% de ventas (la venta completa estaba garantizada) y estableció récords para Ana Mendieta ($450,000 de martillo por una escultura de suelo de 1983 'Untitled, Serie mujer de arena / Sandwoman Series') y Félix González-Torres, cuya cadena de luces, 'Untitled (America #3)' 1992, atrajo a tres postores y se vendió por $11.5 millones de martillo, justo por debajo de la estimación alta de $12 millones. El ganador fue el Museo de Arte Pola en Hakone, Japón, en una batalla de pujas con quien posiblemente fue otro contendiente asiático. El récord anterior en subasta para una obra de González-Torres era de $7.7 millones, establecido en 2015, según la base de datos de precios de Artnet. La instalación de González-Torres alcanzo el precio más alto de la venta De la Cruz y, en un gesto dramático, Christie's atenuó las luces al comienzo de la subasta, añadiendo glamour al teatro de las venta.