DIVERSIDAD Y FLUIDEZ. LA BIENAL DE SÃO PAULO 2023

La Bienal de São Paulo abrió sus puertas en su 35ª edición. Coreografías de lo imposible pone el foco en explorar nuevas perspectivas del mundo a partir de la urgencia de los tiempos actuales.

DIVERSIDAD Y FLUIDEZ. LA BIENAL DE SÃO PAULO 2023

Con un equipo curatorial de renombre, –Diane Lima, Grada Kilomba, Hélio Menezes y Manuel Borja-Villel– la Bienal de São Paulo presenta aproximadamente 1.100 obras de 121 participantes en el Pabellón del Parque de Ibirapuera.

 

La idea de formar un grupo curatorial con una estructura horizontal, sin una jerarquía de curador jefe, es central para esta edición. Las temáticas principales en las propuestas se relacionan a los conflictos contemporáneos: justicia social, sostenibilidad, descolonización, la diversidad de identidades, los conflictos políticos. Además, se buscó incorporar nuevas disciplinas artísticas como el cine, la danza o la música en una serie de actividades complementarias a la feria que sucederán a lo largo de los tres meses.

“Los participantes de esta Bienal desafían lo imposible en sus más variadas e incalculables formas. Viven en contextos imposibles, desarrollan estrategias de afrontamiento, cruzan fronteras y escapan de las imposibilidades del mundo en el que viven. Tratan sobre la violencia total, la imposibilidad de vivir en plena libertad, las desigualdades y sus expresiones artísticas son transformadas por las imposibilidades mismas de nuestro tiempo. Esta Bienal abraza lo imposible, las coreografías de lo imposible, como política de movimiento y movimientos políticos entrelazados en expresiones artísticas. Es una invitación a moverse entre artistas que trascienden la idea de un tiempo progresista, lineal y occidental. La imposibilidad es el hilo conductor y el principal criterio que guía la selección de estos participantes”, explicaba el equipo curatorial.

Con una amplia representatividad dentro de los artistas y espacios convocados –más del 80% de los participantes de esta edición no son blancos–, la propuesta de la Bienal de São Paulo invita a cuestionar los límites impuestos y a considerar las diferencias como un punto de partida para la colaboración y el movimiento.

 

Entre las propuestas participantes se incluye la de Inaicyra Falcão, que toma su ascendencia como motor e inspiración, y las coreografías de su mundo, amplio, transnacional y diaspórico. También las litografías de José Guadalupe Posada que juegan con la muerte o la investigación sobre danza y performance que realiza Luiz de Abreu, en donde el artista expone experiencias de racismo. El Movimiento de Artistas Huni Kuin (MAHKU) presenta sus características figuras humanas y no humanas en colores intensos y Raquel Lima le da forma y voz a su historia atravesada por traumas íntimos, sociales y colectivos.

Se trata de la primera Bienal post-COVID, en donde se presenta una innovadora propuesta de recorrido. Los visitantes podrán pasar directamente desde el primer piso –llamado piso verde– al tercero –también referido como piso azul– utilizando las icónicas rampas internas del pabellón diseñado por Oscar Niemeyer. La intención era crear una nueva dinámica para el espacio, explorando y desafiando la obra modernista.

Además, la Bienal presenta Historias de la Bienal, un programa de seis episodios en donde se abordan temas que van desde la creación de la Bienal, la relación entre arte y política, la participación de los pueblos indígenas en exposiciones hasta el papel de los curadores en el arte contemporáneo y la presente edición.

 

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