HULDA GUZMÁN EN EL MASP: UNA MIRADA CONTEMPORÁNEA AL PAISAJE

El Museu de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand (MASP) presenta Hulda Guzmán: Frutas milagrosas, la primera exposición individual en un museo de la artista dominicana.

HULDA GUZMÁN EN EL MASP: UNA MIRADA CONTEMPORÁNEA AL PAISAJE

En sus pinturas, Hulda Guzmán (Santo Domingo, República Dominicana, 1984) subvierte la tradición del paisaje al rechazar su representación exótica e idílica, y opta por tratar la naturaleza como un territorio protagonista en el que todos los elementos se relacionan de manera interdependiente. Las relaciones afectivas y el entorno donde vive son temas recurrentes en sus obras, en las que escenarios tropicales y fantásticos están habitados por una variedad de personajes, reales o imaginarios. Sus trabajos mantienen un carácter biográfico, impregnado de humor y de un atractivo onírico o teatral.

 

En la obra de Guzmán, escenas donde la humanidad, la arquitectura y la naturaleza conviven en equilibrio y armonía celebran el entorno e invitan a reflexionar sobre problemáticas urgentes como la crisis climática y la responsabilidad humana en la preservación del planeta. “Esta exposición aborda la interconexión del mundo natural con la vida colectiva y el sentido de comunidad. Nuestra desconexión de la naturaleza es la causa principal del colapso climático y ecológico”, afirma la artista.

Curada por Amanda Carneiro, curadora del MASP, la muestra parte del lienzo Come Dance – Asked Nature Kindly, incorporado a la colección del museo en 2020, en el marco del ciclo curatorial dedicado a Historias de la danza. La pintura representa una gran fiesta en medio de un bosque tropical denso y vibrante, donde las figuras humanas interactúan de diversas formas: la artista abraza un árbol, un niño descansa junto a un perro, personas bailan, se bañan y se besan. El título de la obra refuerza la idea de reciprocidad: la danza no es solo goce del movimiento, sino también una coreografía de la interdependencia, un gesto que muestra que la vida en la Tierra no puede prosperar en aislamiento ni dominación. Además de esta obra, la exposición reúne otras 17 pinturas, 8 de las cuales fueron creadas especialmente para la ocasión.

 

Además de paisajes tropicales, la artista realiza autorretratos que establecen una relación directa con su entorno. Aunque el carácter autobiográfico está muy presente en su producción, sus lienzos incorporan también un amplio repertorio de referencias de la historia del arte, como la arquitectura y el mobiliario modernistas, el surrealismo, el minimalismo de la pintura china antigua y los exvotos mexicanos.

“La obra de Guzmán es, a menudo, una combinación de observación directa y collage de personas y personajes, componiendo escenas que se mueven entre lo íntimo y lo inesperado. En sus pinturas, familiares, amigos y animales comparten espacio con figuras que la artista toma de distintas fuentes, como obras de otros autores, fotografías o videos encontrados en redes sociales”, señala Amanda Carneiro.

 

Hulda Guzmán (Santo Domingo, República Dominicana, 1984) estudió artes visuales e ilustración en la Escuela de Diseño Altos de Chavón, en la República Dominicana, y obtuvo su licenciatura en artes visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Ciudad de México. Ha expuesto en instituciones como el Fine Arts Center del Colorado College (Colorado Springs), el Denver Art Museum, el Art Museum of the Americas (Washington D. C.), el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (San José, Costa Rica), el Museo de Arte Moderno (Santo Domingo) y el Pérez Art Museum (Miami). En 2019, participó en el pabellón de República Dominicana en la 58ª Bienal de Venecia.

 

Hulda Guzmán: Frutas milagrosas estará abierta al público hasta el 24 de agosto de 2025, en el MASP, Avenida Paulista 1578 – Bela Vista, São Paulo (Brasil).

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