SOBREVIVIENTES DEL ATENTADO A LA AMIA Y SUS RETRATOS EXHIBIDOS EN MIAMI
Exhibida en la galería Tomás Redrado y titulada “Ese día”, la muestra con curaduría de Elio Kapszuk presenta retratos tomados por la fotógrafa argentina Alejandra López. En ellos se encuentran sobrevivientes al atentado, incluyendo breves relatos.
El atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se produjo en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, dejando 85 personas asesinadas y más de 300 heridas. Hoy, en el marco del 28 aniversario, la muestra se encuentra en Miami donde funcionarios y personalidades de Argentina y Estados Unidos se reunieron para rendir tributo a las víctimas, los sobrevivientes, y la comunidad judía.
La muestra, que puede visitarse de forma online aquí, busca recordar y honrar a las víctimas mientras reflexiona sobre cómo continúa la vida de los sobrevivientes. Recuerdos y testimonios son traídos al presente para fortalecer las voces de víctimas y comunidades que aún viven con preguntas sin responder.
Acompañadas de relatos breves y testimonios en video, la muestra abarca un amplio abanico de fuentes y recursos para fortalecer el recuerdo y asegurar su permanencia.
En palabras de Kapszuk, “Alejandra López es una de las fotógrafas más reconocidas de la Argentina: ha creado un lenguaje sumamente personal a la hora de abordar un retrato. Alejada del artificio, ella propone una imagen neta donde logra representar con abrumadora simplicidad una suma de complejidades. Como si nos estuviese diciendo que no se necesita nada más que eso, lo que ya está. Y es cierto.”
Y sobre las obras agregó, “No se trata de representar la tragedia, sino de cómo modificó las vidas de las personas que la atravesaron. Es por eso que los retratos no se imprimieron en papel común: su base es un papel artesanal, confeccionado por Alejandro Geiler y Julio Mroue, y como tal se hace a partir de otros papeles. En este caso se realizó con hojas de diario y fotocopias de recortes de noticias de los días posteriores al atentado, es decir que este papel tiene como base retazos del 18 de julio de 1994: son el soporte de la imagen de hombres y mujeres que también tuvieron que reconstruirse. Este papel no es perfecto, ni liso, tiene texturas, relieves y muchas marcas que dan cuenta de su origen. Estas marcas de papel se transforman en marca en los retratos, produciendo una operación simbólica, que habla de cómo somos atravesados por lo que nos toca vivir y por cómo elegimos continuar. Eso lo sabe un sobreviviente más que nadie.”